El (anti) capitalismo kirchnerista que quiere sobrevivir al virus

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Ahora que el virus no mató al capitalismo, el oficialismo se pone en la fila para ver qué hace con el capitalismo argentino en versión cuarto kichnerismo. En la matriz conceptual del kirchnerismo derrotado, los interrogantes giran en torno a los principales actores del capitalismo oficialista: qué es un pobre, qué hacemos con los ricos, hasta dónde se puede inflar el Estado, aunque explote . En pleno proceso electoral, las respuestas que llegan desde el Gobierno tienen la profundidad de un charco y la velocidad de un rayo. La solución estructural de los problemas no es el tema. El tema es noviembre , ganar elecciones. En público, la preocupación oficialista es sobre las "necesidades y los problemas de la gente". En el fondo, la pregunta es en realidad sobre el poder: cómo recuperarlo, cómo retenerlo, cómo aumentarlo.

La respuesta deriva, en consecuencia, hacia una revisión maniquea de la matriz sociológica y productiva del capitalismo kirchnerista . En estas semanas electorales, todas las respuestas que llegan desde Casa Rosada son simplificaciones en esos dos aspectos: un capitalismo distributivo basado en una riqueza inventada, es decir, la emisión sin respaldo . Financiar la demanda, el consumo en cuotas, como atajo para recuperar el territorio y la escucha de su gente. La "platita" de Gollan para el estereotipo sociológico de pobre que imagina el kirchnerismo: clientelar y pasatista.

El revés electoral a nivel nacional y especialmente en el bastión de la provincia de Buenos Aires, la dimensión de ese revés que lo dejó 10 puntos debajo de la oposición en todo el país, pusieron al kirchnerismo frente al espejo del voto pobre que creía interpretar . Por eso la pregunta acerca del capitalismo: para responder a la pregunta sobre el poder. Ya no alcanza con el capitalismo planero que sostuvo parte de la demanda de sus votantes durante años, desde que la creación de empleo se estancó, Cristina Kirchner modelo 2011; o desde que volvió la inflación, ya con Néstor Kirchner ; y desde que la pobreza se reinstaló alta, consolidada y estructural.

Los verbos que mandan desde la narrativa oficialista y que el Frente de Todo mastica una y otra vez desde la debacle electoral del domingo 12 son "distribuir" y "expropiar". Lo que hay para el reparto táctico electoral son recursos ficticios.

Lo que hay para expropiar, el stock de los más ricos en concepto de tierras o viviendas o en concepto de impuestos, son recursos todavía potenciales y envueltos en...

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