El año de los cuadernos

El informe anual sobre la libertad de prensa en la Argentina, aprobado por la asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa, en Cartagena de Indias, no pudo haber definido mejor el núcleo de lo ocurrido en 2018. Al poner foco en el hecho más sobresaliente del período, el informante argentino, Daniel Dessein, de La Gaceta de Tucumán, dijo, de manera irrebatible, que fue "el año de los cuadernos".Quedó así consagrada una vez más, en el plano externo, la investigación periodística llevada adelante "con un nivel inédito de precisión", según dijo Dessein, por periodistas de LA NACION, y por la que se ha revelado "la mayor trama de corrupción que se haya registrado en el país". No importa que esas crónicas de resonancia histórica hayan sufrido, como caracterizó el periodista de La Gaceta, intentos de obstrucción, desvíos y deslegitimación. Serán, a pesar de todas las intrigas urdidas contra las "fotocopias" que produjeron el mayor alud de arrepentidos ante la Justicia de que haya memoria, un gran legado de este diario para nuevas generaciones de periodistas. Han trazado un camino contrastante, por lo profesional, con los programas de execrable propaganda política a los que el presidente Macri se refirió el último fin de semana, cuando denunció los procedimientos impulsados por el kirchnerismo en su tiempo para atacar a la prensa disidente.El informe de la SIP destaca, como pocas veces, que en la Argentina "rige una amplia libertad de expresión y de prensa, que se manifiesta en un sistema periódico de rendición de cuentas, niveles crecientes de transparencia, comparecencias constantes de funcionarios ante la prensa y la eliminación de las prácticas de hostigamiento que sufrieron periodistas y medios en etapas anteriores". Sobre esa definición tajante...