Aníbal Fernández salvó a Quilmes y favoreció a Massa

"El Bigotón está haciendo todo lo posible para evitar el castigo". La frase llegó a media tarde. El Bigotón era Aníbal Fernández; el castigo, una fecha a puertas cerradas para su club, Quilmes, por los incidentes entre sus hinchas durante el último partido disputado en el estadio Centenario, ante Vélez. Por la noche, el trascendido se confirmó, y la intervención del Jefe de Gabinete (y presidente de Quilmes en uso de licencia) fue confirmada, incluso, por allegados a la AFA. El destino quiso que la gestión del funcionario kirchnerista beneficiara a Tigre, el club de Sergio Massa, que también iba a ser sancionado con una fecha de suspensión por disturbios entre sus hinchas en el duelo con Rafaela. Así, tanto Quilmes vs. Sarmiento, como Tigre vs. Defensa y Justicia se jugarán con público en las tribunas. En la Aprevide causó mucha sorpresa el giro que experimentó la situación.

De este modo, los tres partidos que se disputarán con las tribunas vacías serán San Lorenzo vs. Lanús, Godoy Cruz vs. Independiente y Gimnasia (La Plata) vs. River. El Nuevo Gasómetro, escenario del partido entre el Ciclón y Lanús (sábado a las 20.30) fue suspendido por el Comité de Seguridad porteño, como consecuencia de la agresión sufrida por el árbitro asistente Juan Pablo Belatti en la final de la Recopa Sudamericana. Allegados a la organización de los operativos contaron que resolvieron la sanción "luego de esperar que la Conmebol comunicara su castigo, pero como vimos que el partido con San Pablo, por la Copa Libertadores, se jugará en forma normal, con público, decidimos actuar. Después de todo, fue una agresión grave y es nuestra jurisdicción", apuntaron. Por lo tanto, no habrá hinchas de ningún color en el Nuevo Gasómetro.

Una situación similar se vivirá en el Malvinas Argentinas, de Mendoza. Luego de que un proyectil impactó en el ojo de Juan Franco, masajista de Lanús, en la antesala del partido entre los granates y Godoy Cruz, el Comité Ejecutivo de la AFA resolvió suspender el coliseo cuyano por una fecha. Para castigar al club bodeguero, se basaron en una resolución del 12 de marzo de 2013, que estableció la imposición de "medidas preventivas contra la violencia en el fútbol". Una de ellas era la suspensión de una fecha a aquellas parcialidades que provocaran disturbios antes, durante o después del partido. Hace unos días, el Comité Ejecutivo había sentado otro precedente: obligó a Rosario Central a jugar su partido con Temperley a puertas cerradas, luego...

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