'Ángeles se hubiera resistido a un intento de abuso, no era sumisa'

Se abrazaron y ella descansó sobre el hombro de su ex esposo; los acompañaron familiares y amigos. María Elena Aduriz y Franklin Rawson declararon ayer durante más de cuatro horas, en contra Jorge Mangeri por el homicidio de Ángeles Rawson, la joven de 16 años que fue asesinada el 10 de junio de 2013 en el edificio en el que vivía, en Palermo.

El padre de la víctima aseguró ante el tribunal: "Ángeles se hubiera resistido ante un intento de abuso, no era sumisa". Así, Franklin respondió a la pregunta que le hizo el abogado de la querella, Pablo Lanusse, quien le preguntó cómo creía que Ángeles hubiese reaccionado si alguien intentaba atacarla sexualmente. Esta descripción sobre el carácter de Ángeles coincidió con la conclusión a la que llegaron los forenses que realizaron las dos autopsias de la adolescente durante la etapa de instrucción y que sostuvieron que la joven peleó por su vida.

En esa lucha, según expusieron la fiscalía y la querella en los requerimientos de elevación a juicio, Ángeles rasguñó al agresor. Debajo de tres de sus uñas quedaron restos orgánicos cuyo perfil genético coincidía con el ADN de Mangeri.

Aduriz fue la primera testigo en declarar ayer, luego de la inspección que se realizó en el edificio de Ravignani 2360 (ver aparte). Recordó, entre llantos, que el 10 de junio su hija, "Mumi", debía regresar de su clase de inglés cerca de las 21.15. "Como vi que no llegaba, le mandé un mensaje de texto a las 21.30. No me contestó. A las 21.40 la llamé al teléfono... El celular sonó, alguien contestó y cortó. Después, dio apagado", relató.

La mujer estaba vestida de negro y llevaba el cabello recogido; a tres metros, Mangeri la miraba inmutable. Aunque, por momentos, la mirada del acusado se perdía. Tal como en la primera audiencia, vestía un jean y una remera blanca.

"Cuando logré comunicarme por teléfono cerca de las 12 de la noche con Dominga, la empleada doméstica, y me dijo que «Mumi» no había vuelto, fue una desesperación terrible. No quería pensar lo peor, pero me di cuenta de que hacía 12 horas estaba desaparecida", relató Aduriz y se quebró en llanto.

Mientras la madre de la víctima declaraba, los familiares y amigos de Ángeles compartían el espacio reducido de la sala con los parientes de Mangeri. El momento más duro fue al recordar cuando le comunicaron el hallazgo del cuerpo.

"Era cerca del mediodía del martes y yo estaba en mi cuarto con mi mamá. En un momento entró mi prima Cecilia...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR