Analizan los teléfonos por el crimen de Gualeguaychú

La reconstrucción del vínculo entre Fernando Pastorizzo y Nahir Galarza, detenida por el asesinato del joven de 21 años, será la clave del avance de la investigación que busca determinar cómo se llegó al trágico desenlace del 29 de diciembre pasado en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú.

Tanto para la Justicia como para la defensa de la joven de 19 años y para la querella de la familia Pastorizzo, el contenido de los teléfonos de la expareja, las fotos y los mensajes que se enviaban, podrían definir si se mantiene la carátula de la causa (homicidio doblemente agravado, con Nahir como autora material), si se reduce a homicidio simple o si se la analiza en un contexto de violencia de género.

"Queremos que hablen los teléfonos", repitió en varias oportunidades a LA NACION Fernando Galarza, padre de Nahir, en la última entrevista que decidieron dar a la prensa junto a su esposa, Yamina.

El mismo argumento utilizaron los abogados de la chica, que sostuvieron: "Ella estaba inmersa en un círculo de violencia. De los celulares saldrá la prueba de que estuvo sometida a violencia de género durante años". Mientras, resta conocer la decisión de la Cámara del Crimen de Gualeguay, con jurisdicción en la zona, sobre la apelación presentada en contra de la prisión preventiva de 60 días que pesa sobre la estudiante de abogacía.

En el otro extremo se ubicó Sebastián Arrechea, el abogado del padre de Fernando Pastorizzo. Afirmó a la prensa que cuenta con "evidencias de que nunca hubo violencia de género" por parte de Fernando hacia Nahir, pero que sí ocurrió a la inversa.

"Tengo elementos para demostrarlo y se han incorporado al legajo judicial", dijo el abogado querellante, quien agregó que los padres de la víctima estaban al tanto de esta situación, pero que no la habían denunciado formalmente.

"Gustavo [el padre de Fernando] le había recomendado a su hijo que no tuviese más contacto con quien era su pareja, pero no se judicializó el caso...