Amor por Victoria Ocampo

V O / Ópera con libro de: Beatriz Sarlo/ Música: Martín Bauer/ Intérpretes : Analía Couceyro (Victoria), María Inés Aldaburu (Institutriz), Pablo Seijo (Igor/ Drieu), Margarita Fernández (Mucama), Selene Lara (Cantante), Florencia Vecino (Bailarina)/ Dirección musical: Pablo Druker/ Escenografía e iluminación: Matías Sendón/ Video: Minou Maguna y Gastón Luciani/ Diseño sonoro: Javier Areal Vélez/ Vestuario: Luciana Gutman/ Funciones: hoy, a las 20.30 y mañana, a las 17/ Sala: CETC.Nuestra opinión: muy buenoLa relación entre Victoria Ocampo e Igor Stravinski parece transcurrir en principio en la esfera de la anécdota privada, pero, si se la examina con más detenimiento, se puede encontrar una clave de la cultura argentina del siglo XX. ¿Qué cosa explica semejante pasaje de lo privado a lo público? Una noche, pero una que se cuenta entre las noches más espectaculares y escandalosas (en todos los sentidos de estos términos) de la música del siglo pasado. El vínculo nació cuando la escritora y fundadora de la revista Sur, impelida por fuerzas desconocidas aun para ella misma, especie de intuición pasmosa, asistió al estreno de La consagración de la primavera , el 29 de mayo de 1913 en el Théâtre des Champs-Élysées. Alrededor de esa noche gira V. O. , la obra escénico musical con libreto de Beatriz Sarlo y música de Martín Bauer que se estrenó en el Centro de Experimentación del Teatro Colón.Pero V. O. no empieza con esa noche sino antes, cuando Victoria es todavía una intelectual en ciernes, dominada por la institutriz y las clases de declamación. La consagración? no se abrió paso todavía, aunque se insinuó ya en las figuras rítmicas de la obertura. La cita plena de la "Danza de las adolescentes" aparece hacia la mitad, en el momento en que Victoria cambia de ropa y se hace adulta, una condición que supone no sólo la emancipación familiar sino también el descubrimiento de lo moderno. El trabajo de Analía Couceyro en el papel de Ocampo es formidable porque muestra esta transformación sin abandonar la voluntad sin fisuras que define al personaje desde el principio ("Victoria me llamo/ por algo será"). No menos consistente fue la faena de Pablo Seijo en su doble papel de Stravinski y Drieu, y, sobre todo, María Inés Aldaburu, que hizo...

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