Los amigos del campeón

La advertencia con que Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, celebró esta semana la victoria de Alberto Fernández en las primarias contradice de alguna manera la pretensión del candidato y del PJ, que es mostrarse como un líder racional y alejado de la imagen que dejó el kirchnerismo. "Me alegro mucho por el esfuerzo y el valor del pueblo argentino. Ojalá, Dios querido, que no me equivoque, que a quien están eligiendo . [...] Aquí nosotros podemos contra el imperio si nos mantenemos unidos. De la Patagonia al río Grande". Es extraño: el mensaje coincide exactamente con el sentido que los alicaídos estrategos macristas han querido darle a la campaña, el de equiparar el destino con el de ese país si el Gobierno pierde en octubre.El establishment económico no parece hasta ahora haberle prestado tanta atención al asunto. Al contrario: la novedad que trajo el resultado del domingo no fue tanto la corrida cambiaria como el rápido reacomodamiento de ese sector que hasta la semana pasada prefería la reelección de Macri. No deja de ser una lectura contaminada por los efectos de la tormenta, pero el mundo de los negocios tiene ahora la sensación de que, incluso alcanzando la hazaña de revertirlo, el Presidente asumirá en condiciones de mayor debilidad de la que tendría un oponente peronista. Estas suposiciones, que no se expresan en voz alta, incluyen una idea optimista: aunque dañino en todo sentido, el susto de estos días puede haber ayudado a terminar la última parte del ajuste que venía emprendiendo Macri. La política y el mercado son ingratos.La nueva lógica se percibió con claridad dos veces esta semana. El martes, en la reunión interna de la Unión Industrial Argentina, en la que se habló de la necesidad de una transición ordenada y se calificó de sin retorno la derrota de Macri, y anteayer, con la visita de Marcos Galperin, uno de los empresarios que habían respaldado públicamente al Presidente para la reelección, a las oficinas de Alberto Fernández. "Mi postura en la campaña fue pública y clara. Creo que el hecho de que me hayan escuchado, calmar a la gente y pensar el país para adelante es muy positivo", dijo al salir el fundador de Mercado Libre, que viene de duros enfrentamientos públicos con dirigentes kirchneristas, como Sergio Palazzo, de La Bancaria, y Juan Grabois.Superados el estupor del lunes y las lamentaciones por el futuro institucional, algunos empresarios han empezado a encontrarle...

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