Cuando amanece

El amanecer

Hay un momento que pasa todos los días y que sin embargo nunca se repite. Es pequeño, es tibio y tiene el potencial perturbador del infinito. No es siempre del mismo color pero tal vez negro, violeta, naranja, azul. Es un instante, es apenas más largo que un instante. Ocurre solo afuera, en el mundo, pero quienes están despiertos si se toman el tiempo pueden verlo. Quizás entenderlo. El inicio, el mientras tanto, el final, todo tan rápido. Una explosión como la del Big Bang menos violenta , menos notable, no pensada para la ciencia. Esto lo entiende quien quiere, quien puede, quien cree. ¿Quién cree? Es una bomba. O un nacimiento.

Cuando pasa hay gente que está ahí. Es poca pero está, en medio del silencio porque el resto calla. Barre el cordón de las veredas, las calles, para que las hojas secas, la basura, los despojos no compliquen las cosas y entonces el roce de las cerdas de la escoba contra el suelo parece un estruendo hermoso. Limpia para que haya lugar y nadie ponga excusas; acomoda diarios recién salidos de la imprenta y los apilas unos encima de los otros según su consideración; hornea el pan, primero lo amasa, lo amasa con la ilusión en la mano, y después lo lleva al horno; acomoda las flores de los puestos armados en verde que se abren en las esquinas: rosas rojas, claveles blancos, margaritas, crisantemos, hortensias azules, liliums del color del sol. En ramos, amontonados como si fueran niños a punto de salir de la escuela. Con esa misma angustia.

También está la gente que conduce vehículos, la que lo hace con el objetivo de llegar a algún sitio o la que lo hace porque debe, para que el resto funcione, para que alguien llegue. Está la gente que controla que las luces no se apaguen, que sigan bien prendidas y llamen la atención de los que aún no se dieron cuenta y marquen con esos puntos en brillo que esto es lo seguro, lo demás no se sabe. Está la que espera, la que va en contra de la convención y no descansa, porque trabaja, porque no lo consigue (no es fácil). También la que corre y...

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