Un alivio para Scioli, pero también una señal de alerta

los resultados de las primarias provinciales de mayo. El peronista Domingo Peppo, de Chaco Merece Más, derrotó a la radical Aída Ayala, la intendenta de Resistencia, de la coalición Vamos Chaco, que contó con el apoyo de Mauricio Macri, Sergio Massa y Margarita Stolbizer. Peppo, que llevó como vice a Daniel Capitanich, hermano del , superaba a Ayala por 54,30% de los votos contra 43,21%.

Jorge Capitanich, que compitió para la intendencia de Resistencia, venció a Leandro Zdero, jefe de Gabinete de Ayala, por 49,76% contra 44,92%. Los 14 puntos de distancia que su frente sacó en agosto se redujeron a menos de cinco.

El PJ conquistó así la principal colina opositora. Una amenaza para el fluctuante bipartidismo chaqueño. O, si se quiere ver de otro modo, un éxito de la receta del peronismo para las zonas sumergidas del país: una eficiencia llamativa para mantener índices bochornosos de pobreza, apenas atenuados por el reparto de comida y algunos planes de vivienda. Chaco merece más.

Se consolidó, entonces, la hegemonía del grupo político que hasta ahora vino liderando Capitanich, una cofradía fundada por su ex suegro, Guillermo Mendoza, bajo cuya sombra también creció Peppo.

Aun así, el desenlace de ayer no fue, para Capitanich, el óptimo. Él prefería como sucesor a Eduardo Aguilar, que le hubiera dejado su banca en el Senado nacional: Capitanich compitió en las elecciones de 2013 como candidato a senador suplente. Pero Aguilar no garantizaba la victoria y "Coqui" debió resignarse a dejar el mando a Peppo, un rival interno. Se explica, entonces, la necesidad de ubicar a su hermano Daniel en la línea sucesoria y de replegarse en la capital. Los números de anoche confirmaron la sabiduría de esos recaudos: Capitanich tuvo una performance mucho más modesta que Peppo.

Aun así, desde la perspectiva nacional, Capitanich se consagró anoche como uno de los pocos caudillos con peso territorial indiscutido dentro del PJ. Otros tres comparten esa categoría: Juan Manuel Urtubey, en Salta; Gildo Insfrán, en Formosa, y el disidente José Manuel de la Sota, en Córdoba. Es un dato relevante para el próximo presidente. Sobre todo porque deberá encarar un ajuste fiscal que pondrá de nuevo en primer plano la discusión federal por los recursos.

El significado más obvio de los comicios de ayer para la competencia presidencial tiende a relativizarse: al oficialismo le va mejor donde, como en Chaco, Cristina Kirchner tiene buena fama. Un fenómeno que Scioli debería...

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