Alerta oficialista en el Congreso por la agenda pendiente

Una luz de alarma se encendió en el comando legislativo de Cambiemos. Nadie imaginó que la derrota que sufrió ante el kirchnerismo en la Cámara de Diputados el miércoles pasado sería por una diferencia tan amplia como rotunda. Los aliados que otrora apoyaron las leyes del Gobierno se esfumaron y, paradójicamente, apoyaron la continuidad de .

El foco está puesto en los legisladores peronistas no kirchneristas que responden a gobernadores que el Poder Ejecutivo considera "amigos". Si estos diputados, antes aliados, le dieron la espalda al Gobierno y votaron por alguien tan controvertido como De Vido, ¿qué se podrá esperar de ellos a la hora de debatir las reformas estructurales, algunas complejas y controvertidas, que planea el Gobierno para los próximos meses? Esa es la pregunta que inquieta por estas horas a los lugartenientes oficialistas.

Las reformas tributaria, laboral y previsional, sumadas al presupuesto 2018 y a la prórroga del impuesto al cheque (que vence el 31 de diciembre próximo) son sólo algunas de las leyes que el Gobierno pretende sancionar. El problema es que su condición de minoría en ambas cámaras no se modificará aún si triunfara en las elecciones legislativas de octubre, lo que tampoco es seguro.

En el Gobierno, las voces más confiadas sostienen que de ganar los comicios, los gobernadores peronistas, sacudidos por una segunda derrota consecutiva, se allanarán a sus requerimientos legislativos. Sobre todo aquellos más necesitados de los recursos nacionales. Relativizan, además, la derrota del oficialismo en la últimas sesión; sostienen que los peronistas se unieron de manera corporativa y apoyaron a De Vido en defensa propia, ante la posibilidad que las irregularidades en la obra pública también los salpique.

En el peronismo predominauna lectura muy distinta."Si sectores del peronismo bancaron a De Vido no fue por simpatía o por miedo. Ninguno de ellos, en sus discursos, elogió su gestión en el Ministerio de Planificación. Aún así rechazaron su expulsión y lo hicieron porque no sienten lealtad ni compromiso alguno con el Gobierno y quisieron ´mostrar los dientes´ frente a la prepotencia de Macri y de Carrió", explicó un diputado peronista de asiduo diálogo con los gobernadores.

"Este es un gobierno que no sabe hacer política; para ningún Presidente es bueno perder una votación en el porque de inmediato los sectores de la política y de la economía lo asocian con debilidad. Y este es un...

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