El Aleph en la palma de la mano

En la escalera que daba al sótano de la casa de la calle Garay, en el ángulo del decimonoveno escalón, estaba el Aleph, aquel hueco de dos o tres centímetros a través del cual se veía, en un instante, todo lo que existía en el universo. A oscuras en aquel subsuelo, recostado sobre la vieja escalera, Borges, personaje y a la vez autor del cuento El Aleph al que acá nos referimos, miraba por la fulgurante hendidura escondida en un lugar impensado, asomándose, extasiado, a esa dimensión inefable que trasciende la secuencialidad de las palabras."Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta (…)" , el relato del cuento de Borges continúa con un listado infinito, que abarcaba desde enormes espacios y lugares, hasta detalles irrisorios del mundo y de la historia.El cuento es clásico, y lo es no solamente por a la maestría del escritor, sino porque toca de lleno un anhelo que acompaña al ser humano desde sus primeras épocas. Se trata de la posibilidad de saberlo y verlo todo, sin las limitaciones del tiempo y del espacio, aspirando a ser un poco (o mucho) como un dios que conoce todo lo que existe.Aquella aspiración de abarcar en un punto todo lo que forma parte de lo existente, hoy, en parte, se cumple celular mediante. Esa pequeña maravilla de la innovación, de pocos centímetros y gramos, da la impresión de ser la casa del cosmos entero, un Aleph tecnológico que hoy nos hipnotiza y acompaña a todos lados.Los cuerpos están donde están, pero los ojos se posan en esa pantalla que permite estar visualizando otros lugares, propiciando la vivencia de que la "pura mirada", que recibe y ofrece información dentro de ese rectangulito, fuera suficiente para vivir. El éxtasis de preguntarle a Google cualquier cosa que se nos ocurra y encontrar respuesta...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR