Agustín Salvia: 'Tuvimos amenazas telefónicas en nuestros domicilios'

Apartir de la intervención del Indec, en 2007, y de la negación de la pobreza por parte del gobierno anterior, que llegó a decir que en la Argentina había menos pobres que en Alemania, las mediciones del Observatorio de la Deuda Social Argentina (OSDA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) cobraron relevancia a nivel nacional y también internacional.

En abril, la actualización del informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina, que analizó la situación socioeconómica del país entre 2010 y 2015, reveló que a fines de 2015, el 29% de los argentinos estaba alcanzado por la pobreza, pero el OSDA no se detuvo ahí. Reveló también que en el primer trimestre de 2016 se habían sumado 1,4 millones de "nuevos pobres", llegando al 34,5% de la población, 13 millones de personas, además de un 6% de indigencia.

Para el Indec, según se difundió ayer, hay un 32,2% de la población que es pobre. Se trata de 8,7 millones de personas. También un 6,3% que está en la indigencia, 1,7 millones de personas. Según el sociólogo Agustín Salvia, director del Observatorio y responsable del informe de la UCA, "los resultados son coincidentes; la diferencia se da en que miden algunos aglomerados, pero no hacen proyecciones a nivel país (del total de aglomerados urbanos), mientras que la UCA sí lo hace". Agrega que "lo más importante es que el Estado, a través del Indec, ha puesto estadísticas públicas abiertas a la opinión pública". Y dice que "del 4,7% de la última medición oficial de pobreza en 2013 y 1,3% de indigencia a estas cifras, se reconoce que algo no anda bien en el país".

"El trabajo estadístico que ha hecho la UCA es el correcto", dijo el presidente Mauricio Macri ayer, en la conferencia de prensa, dando un aval al trabajo de la universidad.

Las repercusiones de cada nuevo informe de la UCA, que pone en primer plano la magnitud de la pobreza en la Argentina, fueron enormes, sobre todo cuando se dejó de medir la pobreza de manera oficial, hace ya tres años. En este contexto hubo para la UCA y para los investigadores integrantes del OSDA, presiones, desmentidas, "ninguneos" y amenazas.

Salvia contó ayer a LA NACION cómo fue vivir bajo esta presión y seguir adelante.

-¿Cómo vivió desde el Observatorio la difusión de datos que el gobierno anterior había dejado de difundir?

-De 2007 a 2015 fuimos desconocidos por el gobierno. Fuimos negados como fuente confiable de información, acusados de tener debilidades metodológicas o intereses políticos. Fue muy...