Advierten que la crisis del sector alimentario no puede esperar a otro gobierno

Con la mirada fija en una presentación propia que mostraba el del sector, Daniel Funes de Rioja, líder de la Coordinadora de Productos Alimenticios (Copal), una de las entidades empresariales más importantes del país, perdió por un momento ese aire de solemnidad que suele dar a sus declaraciones públicas. "Con este panorama, si esperamos al 10 de diciembre de 2015, vamos todos al Memorial", sonrió.

Había convocado a los medios a un almuerzo con una pretensión que no es habitual entre hombres de negocios: mostrar los problemas que viene atravesando la industria alimentaria -a la que define como la de mayor valor agregado- como consecuencia de la pérdida de competitividad, principalmente entre las economías regionales. La perturbación de Copal consiste en que muchos actores políticos y económicos parecen resignados a que el repunte llegue tal vez con otro gobierno. Pero ése, dicen los empresarios, es un plazo demasiado extenso para un sector que ya perdió este año 2% de empleos y 4% de horas trabajadas.

"Se lo hemos dicho al Gobierno y se lo vamos a decir a los candidatos presidenciales, cuando se defina quiénes serán: la situación es preocupante", planteó el directivo fabril. Había detenido la presentación en un slide que indicaba que, sin contar las ventas externas del complejo oleaginoso, las exportaciones de alimentos y bebidas habían caído 24,8% en septiembre en relación con el mismo mes de 2013, la mayor disminución del año. Considerando en cambio aceites y pellets, el deterioro llega a 8,8 por ciento.

El impacto de la recesión va de moderado a intenso según la rama de actividad. El índice físico del sector dio en agosto una caída anual del 1,7%, una cifra inquietante si se advierte que la industria de la alimentación no es la automotriz: lo último que ajusta un consumidor, dicen los empresarios, es lo que lleva a su mesa. De hecho, anteayer, en la reunión de junta directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA) se había dicho que parte de la recesión se atenuaba en septiembre a la mitad (de -6 a -3%) justamente por una mejora relativa en las ventas de automotores gracias al plan Procreauto.

Ellos dicen que el trago más amargo ha sido para las economías...

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