La Aduana de Ezeiza: una tarifa asociada a cada movimiento

Las notas publicadas referidas a la institucionalización de la corrupción en la Aduana provocaron un ajuste mayor al de la inflación en las "tarifas" que perciben los agentes aduaneros para no interrumpir lo que debería ser un flujo -ininterrumpido- de las mercaderías del comercio exterior.

La Aduana de Ezeiza es, tal vez, uno de los casos más emblemáticos. Allí el mensaje de las nuevas jefaturas a los agentes fue claro: "Están bajo su propia responsabilidad". Es decir, la cadena se corta hacia arriba, el juego sigue su curso, pero no habría más protección corporativa.

"En Ezeiza sigue el contrabando, principalmente en consolas de juegos, cámaras de fotos y artículos de informática. Cobran 80 dólares el kilo (para no frenar la mercadería). Encarecieron la tarifa que antes era de 40 dólares", dijo un despachante a LA NACION.

Son muy pocos, no obstante, los auxiliares del servicio aduanero que denuncian estas prácticas.

"Todo sigue igual. Para mover un despacho totalmente en regla tenemos que seguir pagando lo mismo a todo el circuito para liberar un embarque. Si no pagás no se mueve nada", agrega otro despachante.

Los "tarifarios" a los que se refieren son justamente para operaciones legítimas y en regla. Por ejemplo: para la presentación y salida hay que abonar $ 100. Una verificación ronda los $ 300. Si se trata de explosivos o radioactivos, la tarifa se eleva a $ 500.

Aterrador es, por ejemplo, que también se cobre una cifra similar para "saltear" el control de la brigada de perros. Todo, claro está, dependiendo de los volúmenes y el tipo de carga y de cliente.

Si la verificación es urgente, el monto va de los 500 a los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR