ADN.Ley de ADN abre debate sobre derecho a la verdad

AutorMaira Pertossi

La ley, impulsada por las Abuelas de Plaza de Mayo, establece que "serán admisibles mínimas extracciones de sangre, saliva, piel, cabello u otras muestras biológicas" para determinar la identidad de una persona.

La norma, aprobada por 58 votos de 72 senadores, recibió fuertes reparos por la compulsividad que implica: si el presunto hijo de desaparecidos se niega a dar sangre y someterse a un análisis genético, dice la ley, un juez "podrá ordenar la obtención de ADN por medios distintos a la inspección corporal, como el secuestro de objetos que contengan células ya desprendidas del cuerpo, para lo cual podrán ordenarse medidas como el registro domiciliario o la requisa personal".

La ley "vulnera en forma absoluta el derecho a la intimidad biológica... Nadie tiene derecho a saber lo que tengo dentro de mi cuerpo. Eso me pertenece exclusivamente a mí, puedo cederlo voluntariamente, pero no me pueden obligar a entregarlo", dijo el constitucionalista Gregorio Badeni a AP.

Para la titular de Abuelas, Estela de Carlotto, no implica compulsividad.

"Cuando se ponga en práctica la ley, con seguridad va a facilitar el encuentro de la identidad de los nietos que estamos buscando hace tantos años", dijo la titular de la organización que desde 1977 busca a unos 500 niños hijos de desaparecidos nacidos en cautiverio o secuestrados junto a sus padres. Desde entonces, ha logrado identificar a 98. "No se violenta para nada el cuerpo ni la intimidad", agregó.

Desde el inicio del debate la norma generó controversia.

Según la titular de la opositora Coalición Cívica, Elisa Carrió, la ley fue impulsada con el objetivo de perseguir a Ernestina Herrera de Noble, propietaria del grupo Clarín, el mayor conglomerado de medios y principal enemigo de la presidenta Cristina Fernández y su esposo y antecesor Néstor Kirchner.

Herrera de Noble mantiene una disputa judicial por la identidad de sus dos hijos adoptivos quienes las Abuelas sospechan podrían ser hijos de desaparecidos. Los jóvenes se han negado a someterse a exámenes genéticos.

La ley "se justifica en menores, pero si una persona mayor de edad no quiere y se niega a investigar su origen hay que respetarlo", declaró días después Julio Strassera, uno de los fiscales del juicio contra los jerarcas de la dictadura militar (1976-1983).

Para Horacio Pietragalla, que recuperó su identidad en 2003, no todos los adultos están en condiciones de decidir si desean conocer la verdad sobre su origen.El Estado no puede dejar...

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