ADN del crimen: el sicario del sindicato escribió con sangre una lucha interna

Beroiz fue asesinado de tres balazos y siete puñaladas el 27 de noviembre de 2007 en la cochera 14 del estacionamiento del ACA, en el centro de Rosario. Al lado del cuerpo, los policías hallaron un papel con la leyenda "80.000" y una foto del sindicalista. El agresor no se llevó el reloj Longines que el gremialista llevaba en su muñeca. No obstante, cuando el homicidio tomó estado público, el secretario general del gremio, Hugo Moyano, afirmó que el tesorero de la federación fue asesinado durante un robo. Tres días después, tuvo que admitir que podría tratarse de una interna en la regional Santa Fe."Después del hecho tomé un taxi hasta Corrientes y Pellegrini y subí al auto de Lázaro. Entonces, Gerez le dijo a Lázaro que había matado a Beroiz. En ese momento, Lázaro y Gerez comenzaron a festejar. Lázaro se dio vuelta y me dijo: ‘te felicito’. No estaba solo. ‘Juancito" venía conmigo y se bajó primero, cerca de la casa de la madre. Después me dejaron a mí", explicó Flores, en una de sus indagatorias.Como parte de plan para matar a Beroiz, el sicario convocó a "Juancito", un menor, inimputable, por su edad. Ambos debían sorprender al tesorero nacional del gremio de camioneros y hacer pasar el ataque como un homicidio ocurrido durante un asalto. Pero Beroiz, se resistió y "Juancito" lo apuñaló. Entonces, Flores sacó el revólver calibre .38 que llevaba en la cintura y le disparó tres balazos al sindicalista.Beroiz no murió en el acto. Quedó malherido en el espacio entre su Volkswagen Passat azul y una camioneta. El gremialista falleció seis horas después en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, debido a la gran cantidad de sangre que perdió.Durante el proceso que terminó con las condenas contra los sindicalistas, el juez de Sentencia, Carlos Carbone, consideró que Beroiz fue asesinado a raíz de una interna gremial debido a que la víctima había descubierto que Dell’Arciprette y Lázaro derivaban a estudios jurídicos los juicios laborales de los camioneros y dejaban de lado a los abogados del sindicato.Según varios testigos que declararon en el expediente, con la muerte de Beroiz se beneficiarían Dell’Arciprette, Gerez y Lázaro, alineados con el secretario adjunto, Raúl Luna. Al principio de la investigación, el juez de Instrucción, Osvaldo Barbero, ordenó la detención de Luna y de su chofer, Mario López. Pero dos meses después, ambos fueron liberados. Luna y López llegaron al juicio, en libertad. El juez de Sentencia, Ismael Manfrín...

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