ADN del Crimen: pornovenganza, una conducta que deja heridas y no se castiga

Patricio Pioli (a la izquierda) fue condenado por amenazas

Para la ley argentina la pornovenganza no es delito. Sin embargo, la difusión de imágenes íntimas provoca un daño permanente y constante debido a que no existe una norma legal que impida la circulación de esos contenidos. Paula Sánchez Frega, una abogada riojana sufre cada día el dolor provocado por el hecho de que las fotos y un vídeo íntimo que le grabó su exnovio sigan en el ciberespacio debido a no existe una legislación que condene la difusión de esas imágenes . Despechado porque cortó la relación, el exnovio de Paula se dedicó -según denuncia la mujer- a difundir fotos que pertenecían a la intimidad de la pareja.

Hace cuatro años el tatuador Patricio Pioli, su expareja, difundió las fotos íntimas porque Paula decidió cortar la relación a raíz de diversos episodios de violencia de género que sufrió. Cuando Paula puso fin al noviazgo, Pioli le advirtió que si lo abandonaba, viralizaría las fotos y el video. A pesar de la amenaza y debido a que vivía una situación de violencia de género, Paula rompió el vínculo.

Un mes después, la abogada recibió los afiches en su casa con imágenes íntimas. Esas mismas fotos llegaron a los padres de Paula y se difundieron por WhatsApp a una extrema velocidad.

Ante la falta de una ley que castigue esa conducta, nadie pudo detener la circulación de las fotos que pusieron al descubierto la intimidad de la joven. El daño psicológico causado fue permanente. En la actualidad, Pioli sigue con las amenazas contra Paula.

Hace tres meses fue condenado a cinco años de prisión. La pena impuesta por el tribunal no fue por pornovenganza, ni por haber difundido las fotos, sino por las amenazas coactivas agravadas y por el daño psicológico provocado a Paula.

La pornovenganza causa graves daños a las víctimas y no es una conducta penada en la Argentina Foto ilustración.

Desde la cárcel, el tatuador continuó con las intimidaciones contra Paula y, a pesar de la condena, las fotos siguieron rebotando en el ciberespacio . Al día siguiente de la lectura de la sentencia, se formó un grupo en una conocida aplicación de mensajería instantánea, con 1100 integrantes en el que se viralizaron las fotos que Pioli difundió para vengarse de Paula.

Ante el vacío legal que existe en nuestro país, las fotos que pertenecen a la esfera privada de Paula siguieron circulando, circunstancia que aumentó el daño provocada por la conducta aplicada por la expareja de la abogada, para...

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