ADN del crimen: la alerta sobre el call center narco en la cárcel que el Gobierno ignoró

Los chips de teléfonos celulares secuestrados en la cárcel

El Gobierno nacional sabía desde hace un año y medio que desde las cárceles del Servicio Penitenciario Federal (SPF) y de Santa Fe, los jefes de las bandas narco más importantes del país, mediante teléfonos celulares o fijos, ordenaban homicidios, balaceras, secuestros e impartían directivas para que las organizaciones que comandaban sigan expandiendo el territorio para vender droga, en Rosario. El descontrolado uso de móviles y aparatos de línea por parte de los jefes de las bandas había convertido a los penales en los que están alojados en un call center narco.

Con 19 casos que se investigaron en distintos penales del país, detallados en un informe denominado "Narcocriminalidad en las cárceles" , los representantes del Ministerio Público Fiscal de la Nación expusieron la necesidad de que el Poder Ejecutivo tome medidas para que los capos narco dejen de mandar órdenes a través de celulares propios o compartidos con otros internos del mismo pabellón.

El informe fue presentado en septiembre de 2021 ante autoridades del SPF y, al mes siguiente, en el Ministerio de Justicia de la Nación. A pesar de la gravedad de los hechos denunciados, los responsables no aplicaron ninguna medida.

Según consta en los documentos a los que accedió LA NACION , la primera resolución para controlar el uso de celulares en las cárceles federales, que dependen del SPF, se aplicó hace ocho días y coincidió con los allanamientos en los penales de Rawson, Marcos Paz y Ezeiza , relacionados con la investigación por el homicidio del cantante de cumbia Lorenzo Altamirano, ocurrido en febrero pasado, frente al estadio de Newells, en Rosario.

En uno de los 19 hechos expuestos por los fiscales, en el informe de 2021, se hizo referencia a la investigación de una banda dedicada a la venta de droga en el barrio de Empalme Graneros, de Rosario, donde el domingo pasado fue asesinado Máximo Gerez, de 12 años .

A partir del seguimiento de las llamadas telefónicas, los investigadores llegaron a dos narcos que estaban presos en una cárcel de Chaco. Esta pista llevó a los funcionarios del Ministerio Público al celular de un detenido en el penal de Villa Devoto y a otro, en Santa Fe.

Así se determinó que uno de los narcos que estaba preso, hablaba con Ariel Máximo Cantero, alias Guille, jefe de la banda de Los Monos que, en 2017, había sido alojado en la Unidad 1 del servicio penitenciario de Santa Fe, en Coronda. Desde allí...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR