Adictos a las cirugías: la obsesión del eterno retoque

"Son como un menú viviente del catálogo completo de cirugías estéticas y tratamientos posibles." Así describe un especialista a los que padecen de un trastorno que, en esta última década, expuso los serios daños y consecuencias que van detrás de la afición desmedida por la belleza.Adictos a las cirugías. Personas obsesionadas con su imagen y con un único deseo frente al espejo: cambiar. Eliminar esos defectos (reales o imaginarios) que no coinciden con los altos estándares de belleza que se exhiben desde la pantalla chica. Es que el modelo a imitar (supermoldeado por el bisturí) está en la piel de los famosos y mediáticos que bullen por la tevé.Casos como el de Michael Jackson o la muerte de Ricardo Fort, que con 45 años ya había pasado 27 veces por el quirófano sólo para transformar su apariencia, reavivaron la polémica. Y como admiten los expertos consultados por LA NACION, "cuando un paciente con dismorfofobia llega al consultorio, es muy fácil de reconocer"."Ricardo Fort, como muchos otros, nunca se encontró cómodo en su cuerpo. Son pacientes que tienen una expectativa que supera la realidad y jamás van a quedar conformes –explica el doctor Marcelo Bernstein, cirujano plástico consultor y miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica–. Fort vino al consultorio en algunas ocasiones y yo le sugerí que no debía seguir operándose. Pero, lamentablemente, existen profesionales sin criterio estético ni ético que acceden a estos pedidos imposibles de satisfacer."En la mayoría de los casos sucede siempre lo mismo. "El resultado inmediato suele ser muy satisfactorio. El paciente está feliz con el cambio, pero al poco tiempo comienza a rechazar su nuevo esquema y vuelve a operarse. A veces busca corregir alguna cirugía anterior, en otras ocasiones se trata de un nuevo retoque. Pero lo que hay que saber es que cuando un paciente vuelve al consultorio a menos de un año de haberse operado estamos frente a un adicto. Y debe hacer una terapia", indica la doctora Mónica Milito, especialista en cirugía plástica.Paradigmas localesLuciana Salazar es uno de los paradigmas locales del cambio de imagen. En diez años, su transformación fue radical. Y casi nada en su cuerpo quedó fuera de la magia del bisturí. El año pasado llegó Charlotte Caniggia, que causó revuelo con su participación en Bailando por un sueño, y desde que su cirujano plástico reveló públicamente algunos secretos, Charlotte se convirtió en el máximo referente mediático de esta tendencia entre las...

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