El acuerdo de libre comercio con la Unión Europea

El gobierno nacional considera posible alcanzar un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) antes de la próxima Navidad. De lograrse, constituiría uno de los hechos más relevantes de la política comercial externa en las últimas décadas. E impondría a los miembros del Mercosur un desafío que no han tenido desde su creación. Efectivamente, si bien su creación en 1991 despertó una importante expectativa, los resultados quedaron limitados en gran medida por la vocación proteccionista de sus dos principales miembros. Un elevado arancel externo común impidió la integración con otros bloques. Por otro lado, la volatilidad de las políticas fiscales y cambiarias de los integrantes afectó permanentemente la estabilidad del comercio entre ellos.

La Argentina lleva décadas debatiendo la conveniencia o no del proteccionismo frente a la competencia internacional. La repercusión en nuestro país de la crisis del 30 y más tarde la aparición del peronismo impulsaron desde los años 40 la preferencia por introducir barreras al comercio y promover la sustitución de importaciones. Desde entonces estas ideas fueron las que ganaron mayor espacio político. Raúl Prebisch desde la Cepal les dio un sustento analítico y las difundió en toda América latina. El atractivo ideológico del proteccionismo se potenciaba al afirmarse que los países más desarrollados impedían la industrialización de los periféricos, condenándolos a exportar bienes primarios cuyos precios se deterioraban frente a los más elaborados. El efecto fue la extensión del proteccionismo en toda la región. Se elevaron los derechos de importación y se produjo el encarecimiento relativo de los productos industriales versus los servicios y los bienes primarios.

La consecuencia de esta política fue un deterioro de la competitividad industrial, con menores salarios y menos crecimiento. La Argentina, que antes de la Segunda Guerra Mundial se equiparaba a los países europeos así como a Australia o Canadá, fue perdiendo posición relativa. Si bien esta situación no era la deseada, fue el resultado inevitable de las políticas aplicadas. En 1948, las exportaciones argentinas eran el 2,8% del total mundial. En 2015 descendieron al 0,3%. Quedó demostrada la falacia de que se podían potenciar las exportaciones mientras se impedían o encarecían las importaciones. El comercio es de doble vía. Si no se obtienen insumos y maquinarias a precios internacionales, tampoco se podrá producir y exportar...

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