El estado actual de la criminología
Autor | Chris Eskridge |
Eskridge, El estado actual de la criminología
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El estado actual de la criminología*
Por Chris Eskridge
1. Prólogo
Aunque creemos que la delincuencia y la desviación son materias importantes
de estudio, es imposible separarlas de los eventos sociales y políticos contemporá-
neos. Visto desde esta perspectiva, francamente nuestro campo de estudio raya en
lo insustancial. “Los acontecimientos se han ensillado y conducen a la humanidad”,
dijo Abraham Lincoln. Aterradoras alarmas de posibles detonaciones de armas de
destrucción masiva en grandes centros urbanos, la invasión de Estados Unidos de
América a otros países, la interrupción significativa de los suministros mundiales de
petróleo, entre otros posibles eventos catastróficos, tendrán una mayor influencia
sobre la delincuencia y la desviación global que cualquier modelo preventivo pueda
proponer algún criminólogo.
En la actualidad, la evidente preocupación global es que parecemos deslizar-
nos hacia un choque de civilizaciones. Mientras que la actual administración presi-
dencial estadounidense parece haber atenuado sus acciones últimamente, las acti-
tudes básicas están claramente inalteradas, y con toda seguridad no son atípicas de
las opiniones de fanáticos religiosos en todo el mundo; islámico, cristiano, judío e
hindú, cada uno convencido de su legitimidad única. Muchos creen que tienen un
mandato divino, y enfrentan al mundo en términos maniqueos: “los buenos contra los
malos”. Muchos se han proyectado como figuras mesiánicas en la guerra contra el
mal, con poco o ninguna comprensión de, ni preocupación por, los hechos y la re-
troalimentación, la complejidad y negociación. Por supuesto, en tal batalla, el hecho
y la razón no tienen ningún lugar, solamente necesitamos consultar la historia de la
Europa Medieval para visualizar el resultado de esta clase de pensamiento.
Hay voces clamorosas surgiendo por todos lados, y mientras muchas de ellas
tratan de abordar el asunto de modo religioso, propondríamos una perspectiva dife-
rente. Creo que la lucha no es enfrentar a una religión contra otra por sí mismas,
sino que más bien es preferible poner mayor peso a la razón que al fanatismo, a la
condescendencia contra la consideración, y a la tolerancia contra la insensibilidad.
Los vientos políticos, de hecho, son más fáciles de sentirse que de pronosticar-
se, y obviamente la batalla final de esta contienda esta por librarse. En esta coyuntu-
ra, sin embargo, hay una perspectiva algo espantosa sobre el futuro, a menos que
se oigan las voces de la moderación por encima de la batalla. Está en los mejores
intereses de la civilización contemporánea ver que tales voces de moderación ver-
daderamente se amplifiquen. En la medida en que esto ocurra, y en la medida en
que el cóctel cáustico de fundamentalismo y fanatismo de paso a la tolerancia y a la
estabilidad, la criminología y los criminólogos podrán otra vez “desempeñar su traba-
jo”.
* Extraído del artículo publicado en la revista electrónica “Archivos de Criminología, Criminalís-
tica y Seguridad Privada”, México, editada por la Sociedad Mexicana de Criminología Capítulo Nu evo
León A.C. (www.somecrimnl.es.tl). Bibliografía recomendada.
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