Actores, títeres y folclore para una hermosa metáfora

Liebre / Libro y dirección: Daniela Fiorentino y Carlos Peláez / Intérpretes: Daniela Fiorentino y Carlos Peláez / Música: Roberto López / Coreografía: Inés Armas / Entrenamiento vocal y voz solista: Magdalena León / Vestuario, escenografía y títeres: Sara Bande, Alejandra Farley y Víctor Salvatore / Iluminación: Agnese Luzzupone / Sala: Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543 / Funciones: sábados, a las 17 / Duración: 55 minutos / Nuestra opinión: buenaEl abordaje del final de la vida, con el telón de la muerte como horizonte, no es sencillo. Y menos con los niños, con quienes ocupan el otro extremo del ciclo vital. La mediatización que significa una representación escénica se presta, sin embargo, para su tematización, más aún si son títeres los protagonistas y dentro de un planteo de un cuento dentro de un cuento.Así es como lo encaran Daniela Fiorentino y Carlos Peláez en LIeBRE, que desde el juego de letras del nombre propone elegir un destino de libertad. Ilustrarlo en la imagen de la liebre remite a su forma de desplazamiento, que parece ignorar el peso de los años en sus brincos, presentes por otra parte en tantas fábulas que pueblan el imaginario infantil.Un abuelo decide abandonar las veredas sucias y el bullicio del tránsito de la ciudad. Sale al campo, a convivir con las liebres, a amasar pan. Elige lo que le gusta, deja de padecer lo que lo hace sufrir. Rescata de sus sueños de infancia un presente más grato para su ancianidad.Fiorentino y Peláez, creadores de las premiadas Tarabust, para público adulto, y Mantay Grillo, dirigida a chicos mayores, se encuentran en LIeBRE con los más pequeños, que agradecen con breves risas los detalles sonoros y visuales de cuidadosa factura. Aparecen nuevos personajes, se escucha a las gallinas, entra en escena la zorrita guazú a ritmo de chamamé. La manipulación de personajes de los titiriteros, que participan de la escena a la vista de los espectadores, atiende a...