Abrazarse a modelos autoritarios debilita nuestra democracia

El encuentro de Alberto Fernández y Vladimir Putin en Moscú

"Si usted fuera argentino, sería peronista" le dijo un sonriente Alberto Fernández al presidente de la República Popular de China , Xi Jinping abrazándolo a la historia de su partido de pertenencia política sin reparar de que se trata de uno de los gobiernos más denunciados en el mundo por flagrantes violaciones a los derechos humanos . Un gesto de cordialidad diplomática similar tuvo el presidente argentino con su par ruso, Vladimir Putín , al decir que Argentina debía ser "la puerta de entrada para la expansión rusa en América Latina". Rusia también se encuentra observado por sus constantes atropellos a los derechos civiles y a la libertad de expresión.

Antes de su gira por Rusia y China, Fernández fue advertido a través de una carta por Amnistía Internacional sobre la grave situación que se vive en ambos países por las constantes vejaciones que sufren sus ciudadanos de parte de sus gobiernos. En esa misiva, Amnistía Internacional hizo referencia a la comprobada existencia de delitos de estado en China con "persecuciones, encarcelamientos y torturas" y destaca la legislación homofóbica existente en Rusia al denunciar que "la denominada ley sobre ‘propaganda de relaciones sexuales no tradicionales’ prueba el carácter homofóbico de las legislaciones vigentes y la necesidad de adoptar medidas urgentes para la protección plena de todas las personas".

Aunque los organismos de DDHH más caracterizados en nuestro país, con una pertenencia muy acentuada con el kirchnerismo, no hicieron mención alguna a los elogios de Fernández a sendos gobiernos autoritarios, no es novedad que estas situaciones, que podrían ser fácilmente presentadas como "terrorismo de estado", lo que los convertiría en delitos de lesa humanidad, suceden y son cometidos por los gobiernos halagados por el presidente argentino.

También el kirchenrismo ha demostrado más de una vez al mundo ser ciego, sordo y mudo frente a los atropellos criminales de las dictaduras de Nicolás Maduro en Venezuela y Daniel Ortega en Nicaragua .

Suena increíble que el presidente de una república con una democracia consolidada, luego de haber atravesado una de las dictaduras militares más violentas de occidente durante el siglo XX, invite a que nuestro país sea cabecera de playa para el desembarco territorial y posterior expansión política y comercial a Rusia, que solo durante el año pasado encarceló a 12.000 manifestantes y a su principal...

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