A 9 años del caso Dalmasso: un asesinato impune que nadie investiga

CÓRDOBA.- El asesinato que conmovió al país hace nuevo años lleva seis meses sin fiscal. El sumario por el homicidio de Nora Dalmasso está en foja cero, sin imputados y bajo un manto de misterio. En la investigación se tejieron diversas hipótesis, pero ninguna se pudo comprobar y el último movimiento importante expediente fue hace tres años, cuando se produjo el sobreseimiento definitivo del hijo de la víctima.

La única querellante en la causa es María Delia Grassi, madre de Nora. Su hermano, Juan Dalmasso, es quien la asiste en los trámites. "No varió absolutamente nada, lamentablemente no hay nada para aportar. Es tan grande la confusión que en un punto la causa termina siendo como la del fiscal Nisman", afirmó a LA NACION desde su casa en Río Cuarto. Su única esperanza para que el crimen no quede impune es que "alguien se quiebre, pero nadie se siente vulnerable".

En mayo el fiscal Javier Di Santo pidió apartarse; el juez Daniel Muñoz que le aceptó la renuncia señaló que el caso refleja un "estado de letargo procesal". La decisión se produjo después de los cuestionamientos del Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Río Cuarto, que cuestionó al representante del Ministerio Público haber incurrido en una "omisión de persecución a los delincuentes". El fiscal general, Alejandro Moyano, debe designar el reemplazo de Di Santo.

"No está sin fiscal -señaló Moyano a LA NACION-. Provisoriamente está en manos de Walter Guzmán, en los próximos días estará designado el nuevo instructor del expediente. A propósito decidí que será así porque los otros están cuestionados."

Moyano admitió que el proceso está frenado, aunque planteó que "mientras no prescriba, alguna esperanza queda. No hay una línea investigativa, pero puede que algo surja en la nueva etapa".

El 26 de noviembre de 2006 fue hallado el cuerpo de Nora, desnudo y tendido boca arriba sobre la cama de su hija en su casa del barrio Villa Golf de Río Cuarto. Había sido ahorcada con el cinto de una bata. La habían matado unas 36 horas antes, en la madrugada del sábado, cuando regresó de una salida con seis amigas. Su marido, Marcelo Macarrón, ese fin de semana estaba en Punta del Este, en un torneo de golf.

A los pocos días el rumor de que la mujer había muerto en medio de un juego sexual recorrió la ciudad. El apuntado era Rafael Magnasco, por entonces segunda línea del Ministerio de Seguridad Provincial. Se ofreció voluntariamente para un ADN que terminó dejándolo fuera...

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