Estar ahí

Mucho antes de las selfies, siempre resultó llamativa la compulsión (todos la tenemos) de dejarse fotografiar delante de paisajes, monumentos, obras de arte. La pretensión del recuerdo íntimo y privado se solapa con la vanidad de mostrar la imagen a terceros (las redes sociales terminaron por hacer explotar esa posibilidad) y decir: "Yo estuve ahí". Pero el turista que posa en Montenegro agrega un nuevo eslabón a ese fenómeno más o menos contemporáneo del festejo de ser testigos de una catástrofe. Al fondo, el incendio forestal en la bahía de Lustica avanza, acaso haya muertos, pero el turista está contento porque "estuvo ahí". Cuenta...