El 60, una agonía de 20 asientos

De aquel mundo de 20 asientos que pintó una novela que marcó época ya no queda nada. "El 60", como se conoce a la línea de colectivos que fue la escenografía de aquella tira diaria, está sumido en una profunda crisis. De aquellos años de gloria, con centenares de colectivos y 200 socios mayoritariamente inmigrantes que recorrían las calles porteñas llenas de filetes, a esta paralización casi total que tiene a trabajadores y dueños enfrentados con los coches custodiados y guardados en los talleres.

Quizá haya pocas metáforas de la realidad que pinten tan claro lo que sucedió en la Argentina como esta agonía de "el 60", el colectivo amarillo con la leyenda "Constitución Tigre Hotel" en la frente, que desde hace un mes prácticamente ya no se ve en Buenos Aires. A cambio se ven banderas en campamentos en plena calle, cortes de autopistas protagonizados por empleados desconformes o movilizaciones de choferes en el centro porteño.

La parálisis que afecta a la línea por estos días empezó exactamente hace un mes. A mediados de junio, después de paros y chispazos entre los trabajadores y la empresa, el Ministerio de Trabajo dictó una conciliación obligatoria. Desde entonces se desató la furia. Días antes, el 24 de junio, la empresa había despedido a un chofer, según la versión empresaria, con causa. "Tuvo cinco accidentes. En el último de ellos estuvo seis meses sin trabajar ya que sufrió lesiones", dice Marcelo Pasciuto, presidente de Micro Ómnibus Norte Sociedad Anónima (Monsa). Fue el combustible perfecto para encender los ánimos caldeados desde hace tiempo. Se inició un paro por la reincorporación del chofer despedido y el 26 de junio, el ministerio dictó la conciliación obligatoria. Hubo un grupo que no la acató ya que no la consideraban legal y entonces llegaron 47 telegramas más. De ahí en adelante, la cuestión se empantanó. Versiones encontradas entre unos y otros dominan los campamentos de los choferes movilizados y las oficinas desiertas de los dueños de la empresa.

Hace un mes, los colectivos de la empresa están guardados, los talleres y playones cabeceras vigilados y apenas 50 colectivos por día (conducidos por choferes enfrentados a los movilizados) hacen un recorrido corto sólo para mover la ajuga del GPS con el que después se liquidan los subsidios.

Pese al bajo valor de los boletos, en el mundo de los colectivos las cifras son millonarias y los subsidios que allí se destinan por mes no dejan de acumular ceros. "El 60", más allá de lo...

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