Hay 560.000 personas sin acceso al gas por obras que demoró el kirchnerismo

El funcionario llegó hasta el lugar, anunció la obra, habló de inversiones del Estado por miles de millones de pesos y tiempo más tarde volvió a anunciar el proyecto, que nunca se completó.

La fórmula anterior sirve para describir una de las prácticas habituales del kirchnerismo, acostumbrado a difundir varias veces sus iniciativas antes de completarlas. En el caso del gas, esa práctica se manifestó de una manera preocupante: miles de personas que viven en las cercanías de la red de distribución no tienen acceso al servicio debido a que el gobierno anterior no completó las obras que había anunciado y las empresas, con atrasos en las tarifas, no contaron con fondos para afrontarlas.

En otros términos, a los habitantes de Mar del Plata, zonas aledañas a la cordillera de los Andes, un cordobés o un empresario santafecino que construya un edificio, un local comercial o incluso en algunos casos una casa de familia difícilmente se les conceda el servicio de gas por falta de infraestructura.

Según los números oficiales, en total hay 140.500 potenciales clientes de gas que hoy no cuentan con el servicio por obras que se prometieron. Son unas 562.000 personas.

Uno de los casos más emblemáticos está en el Sur. En 2013, el gobierno de Cristina Kirchner anunció la ampliación de la capacidad de transporte de gas del sistema Cordillerano-Patagónico, que iba a permitir conectar a la red a 3000 nuevos clientes (unas 12.000 personas) y debía estar finalizada antes del invierno de 2014. Aún no fue terminada.

Según información oficial, dos de las cuatro etapas en que se hizo la licitación están inconclusas y paralizadas. En ambos casos, la contratista es Vertúa, la empresa que cobró sumas millonarias por el Gasoducto del Nordeste para hacer obras inconclusas. Fuentes del mercado sostienen que, a diferencia de esa iniciativa, en el caso patagónico el Gobierno no quiso readecuar el precio del proyecto tras la devaluación de 2014.

La situación actual es compleja. La distribuidora Camuzzi garantiza el suministro para los usuarios que hoy cuentan con el servicio, pero es casi imposible acceder a él para un cliente nuevo. En términos formales, la empresa requiere a los interesados en conectarse a la red la realización de las obras complementarias sobre el sistema. El pedido es casi una quimera que puede implicar desde la obligación de hacer 50 metros de gasoducto hasta hacer una obra en otra provincia.

En agosto de 2015, el Gobierno amplió la obra para que...

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