Neves, una esperanza para Brasil y la región

Si Aécio Neves lograra reunir el consenso necesario para alcanzar la presidencia de Brasil en la segunda vuelta electoral que lo enfrentará el domingo próximo con la actual mandataria, Dilma Rousseff, América latina estaría ante un factor de cambio de primera magnitud. En primer lugar, porque Brasil podría proyectar sobre el resto de la región una gestión que pretende demostrar que es imposible alcanzar el progreso social corrompiendo la función pública, abandonando la calidad administrativa y menospreciando el saber técnico. Y, en segundo lugar, porque sentaría las bases para un modelo sustentado en la iniciativa privada antes que en el populismo que tanto ha avanzado en países como Venezuela y la Argentina.Neves ha sintetizado en tres propuestas su programa de gobierno: "Compromiso con la libertad de prensa, de opinión y de expresión; respeto e independencia de los poderes de la república, y construcción de una federación solidaria".Esta triple promesa tiene varios significados, todos relevantes. En principio, indican que, para el postulante del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), en la mayor democracia de América latina están amenazados algunos valores fundamentales de la vida pública. La libertad de prensa y la independencia de poderes representan progresos civilizatorios que cualquier sociedad moderna debería dar por conquistados de manera definitiva. Pero en Brasil, como en otros países de la región, esas reglas están sometidas a discusión. La presidenta Rousseff suele interpretar que todas las dificultades del país son, en realidad, invenciones de "los medios concentrados". Y el líder del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inacio Lula da Silva, ha llegado a señalar que los periodistas son "exiliados en su propio país". Muchos analistas bien informados sospechan que, si consigue la reelección, uno de los planes de Rousseff será promover regulaciones restrictivas de la libertad de prensa.El programa económico de Neves tiene como primer objetivo combatir la inflación, una bandera permanente de su partido, que inauguró el Plan Real, todavía en vigor, cuando Fernando Henrique Cardoso ocupó el Ministerio de Hacienda. Los brasileños están alarmados porque la escalada de los precios ya superó el 6%, cuando la meta establecida por el Banco Central es del 4,5%. El candidato se propone sacar al país de la recesión: la economía del país prácticamente no crecerá este año.Otro objetivo del candidato opositor es revisar las relaciones...

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