Jack Ma: el excéntrico chino que inspira a millones

El 8 de septiembre pasado, el emblemático hotel Waldorf Astoria, de Nueva York, colapsó. Durante algunas horas, largas filas de limusinas y autos de lujo bloquearon la entrada principal, sobre la elegante Park Avenue, mientras sus ocupantes bajaban y formaban una ordenada cola para acceder al Starlight Roof, en el piso 18. Los organizadores del encuentro habían previsto la asistencia de unos 500 inversores. Fueron -se apilaron- más de 800. Nadie quería perderse el evento del año: escuchar a promocionar el lanzamiento inicial de acciones de su cueva de tesoros,Once días más tarde, el gigante minorista chino en Internet recaudaba 21.800 millones de dólares en acciones en Wall Street. Fue la mayor oferta pública inicial de la historia de esa plaza, que lanzó definitivamente a su fundador y presidente ejecutivo al estrellato.Jack Ma es el chino del momento. Lo llaman "el Steve Jobs asiático", "el padre de Internet en China", "el Jeff Bezos oriental".Es todo eso y mucho más. En pocos años, gran parte del planeta pasará probablemente por su caja registradora, algo que entendieron al instante los tiburones de Wall Street el mes pasado.China lo idolatra. "¿Quién necesita supermercados?", reza uno de los últimos comunicados de su sitio, Taobao.Es el eBay chino, que promete a los chinos que podrán saborear el arroz de la primera cosecha sin moverse de sus casas, más barato y más rápido, mientras ofrece a los citadinos del país la posibilidad de arrendar sus propios campos de arroz a los campesinos del Norte.Jack Ma no se marea. Sabe lo que quiere y lo persigue hasta conseguirlo. "Duraremos 102 años", pronosticó hace poco. Nadie lo contradijo. Todos quieren creer en él, especialmente los chinos, para quienes Ma, de 50 años, personifica la nueva iniciativa empresarial de China, donde una persona de bajos recursos, sin fortuna ni conexiones con el poder, puede transformarse en millonario a través de la perseverancia. Ésa es la historia de Ma."Nunca tuve un tío rico y no lo necesito. No tengo nada de especial. Soy un hombre común. Si yo tuve éxito, cualquiera puede tenerlo", afirma este hombrecito, que apenas supera el metro y medio de altura, menudo y de frente ancha, que se identifica "con E.T." (sin más explicación).Si la China de Mao prohibió a los ricos, en la China de hoy parecería estar prohibido ser pobre. Y Ma Yun (tal su verdadero nombre) se ocupó de no ser la excepción. Todo lo contrario: con una fortuna estimada en 25.000 millones de dólares, es el chino...

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