Julianne Moore, la candidata

Julianne Moore llegó a Toronto a principios de septiembre para acompañar la presentación de Polvo de estrellas. Cada año, para esa fecha, el gran festival cinematográfico organizado en la ciudad natal de David Cronenberg (TIFF) empieza a hablar de los títulos que pisarán fuerte en la próxima temporada de premios y en todo 2015. En esos diez días frenéticos, todo el mundo empezó a hablar del otro gran papel que la pelirroja actriz llevó a la muestra. Cuando Moore se fue de Toronto, su nombre ya quedó instalado como la gran candidata para ganar el próximo Oscar a la mejor actriz.Still Alice (aún sin título en nuestro idioma) aparece hoy como el pasaporte que podría darle a Moore el premio dorado que Hollywood todavía le niega, pese a los méritos de sus cuatro nominaciones previas, dos como protagonista (El ocaso de un amor, en 1999, y Lejos del paraíso, en 2003), y dos como actriz de reparto (Boogie Nights-Noches de placer, en 1997, y Las horas, en 2003).Con su interpretación de una mujer que sufre de Alzheimer precoz, Moore logró que Still Alice se convirtiera en una de las películas más comentadas de TIFF. Pero no sólo por eso: la producción de esta película sensibilizó todavía más a un público tocado desde un principio por una historia cuya protagonista es una destacada lingüista, felizmente casada y madre de tres hijos, que en la plenitud de su vida profesional empieza a perder el control de sus dichos y a olvidar palabras. El...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR