Una tal mamá, origen de la vida y de todas las historias

La madre es el primer amor. La materia prima del escritor es su propia experiencia, de manera que revisar un momento de la vida es volver a ella. En la tierra amplia del qué contar, ¿por qué se elige escribir sobre la madre? ¿Para qué narrarla? Las respuestas posibles se van a detener en una acción: comprender, aliviar, hacer el duelo, amar. Hay tantas formas de madre como motivos para revisarla, y cuando un autor entra en esa zona, suele dar con la construcción de un libro.Mamá, de Jorge Fernández Díaz; La pregunta de mi madre, de Luis Mey, y Una muchacha muy bella, de Julián López, son libros contados desde la mirada del hijo. Nacer es salir de ella; contarla es tomar distancia para estar lo suficientemente cerca como para que se pongan de pie aspectos desconocidos de esa persona con la que se vivió años en la misma casa. El narrador no va a ser el mismo que estuvo ahí, en la infancia, por ejemplo. Fernández Díaz empezó a escribir el libro sobre Carmina, su madre, en un cuaderno de tapa dura a partir de un hecho que muestra a otra, ya mayor, que hacía llorar a la psiquiatra que la atendía. Por estos días, Mamá se reeditó con un epílogo del autor acerca de su primera edición. En esos once años, murieron muchos de los que también tejieron la historia. Carmina seguía ahí."-Si vas a escribir algo sobre este momento te pido que pongas la verdad -me advirtió levantando el dedo.-¿Y cuál es la verdad?-Que ahora soy completamente feliz. Lástima que soy vieja.Los gozantes y los sufrientes, pensé mientras caminaba por las veredas de aquel invierno final."¿Cuánto hay de la madre en las formas discursivas del hijo? Así como se pueden tener los ojos, la sonrisa, el pelo "como el de mamá", también existen modos comunes de nombrar el mundo. En ese ir hacia ella, ¿habrá extrañeza o surgirá sentirse en casa? Alejandra Eidelberg es psicoanalista, miembro de la Escuela de la Orientación Lacaniana (EOL), docente y autora de libros, entre ellos, Letras poéticas, lecturas lacanianas. Considera que "releer el lazo con la madre es una idea interesante para pensar la posibilidad de una escritura fundada en la lectura de las marcas de la lengua materna, marcas que quedan inscriptas en el cuerpo"."Mi madre era una muchacha bella y voluptuosamente delicada; aun cuando pasáramos la vida que vivimos en una casi absoluta soledad, tenía un modo extraordinariamente sensual de ser para sí y, claro, ahí estaba yo con mis siete años, también para mí." Así describe Julián López a la...

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