5 series sobre la segunda juventud

Vicious

Los viernes, a las 21, por Film & Arts. 7 episodios, 1 temporada.

Freddie (Ian McKellen) y Stuart (Derek Jacobi) llevan más de cuarenta años en pareja. Son británicos hasta la médula y parecen existir en un lugar y un tiempo distintos al resto de los mortales, un mundo en el que el teatro y los refinados acentos son todo. Aunque se nieguen a admitirlo, hace rato que dejaron de ser los jóvenes que algunas vez fueron, y tal vez por eso el sonido del timbre los espanta tanto como abrir la cortina de su departamento, a pesar de que el intruso en cuestión sea su joven vecino Ash (Iwan Rheon, de Game of Thrones). Maliciosos y ocurrentes, los personajes son una maravilla repleta de referencias shakespearianas a las que McKellen y Jacobi se dedican con contagiosa alegría.

Grace and Frankie

47 episodios. 3 temporadas.

Disponible en Netflix

El peor pecado que puede cometer una actriz de Hollywood es envejecer. Las clínicas de cirugía estética están tapizadas con la desesperación de esas mujeres alguna vez consideradas bellas por ejecutivos infinitamente menos atractivos que ellas, que unos años después sólo las tendrán en cuenta, con suerte, para papeles secundarios. Esta serie está empeñada en hacer frente a ese destino que parece inevitable.

Grace (Jane Fonda) y Frankie (Lily Tomlin) empiezan de nuevo después de los setenta y, lejos de resignarse a jugar un papel menor en sus propias vidas, deciden que tienen derecho a tener una carrera, a volver a enamorarse y a ser algo más que la madre o la abuela de los protagonistas.

Getting On

18 episodios. 3 temporadas.

Disponible en HBO GO

Ésta es una de esas series que no reciben demasiada atención, pero que la merecen con creces. Una comedia negra, amarga y llena de momentos incómodos, ambientada en un hospital geriátrico, que posa su mirada sobre el personal que se ocupa de los pacientes y de los parientes que llegan a sus pasillos descascarados. Está lejos de la fantasía de las ficciones médicas que parecen más un desfile de modas que una representación fiel de la realidad, a veces cruel hasta el absurdo, del universo de los hospitales. Casi como un ataque de risa en un velatorio, Getting On extrae humor de la tragedia gracias a sus notables guiones y a las brillantes actuaciones de sus protagonistas: Laurie...