Un freno a la inflación para pocos

Como los paros docentes que afectan casi exclusivamente a la escuela pública y no se sienten en los colegios privados, el impacto del congelamiento de precios que impulsa Guillermo Moreno no es igual para todos los hogares argentinos. Mientras los clientes del Jumbo de Palermo o el Carrefour de Vicente López se benefician de los precios congelados al 1° de febrero, los hogares de la base de la pirámide están condenados a quedar como rehenes de los pequeños autoservicios y almacenes, para los cuales no existen los controles oficiales y a medida que pasan las semanas el congelamiento pasa a ser sólo un tema de debate en los medios.El efecto es aún más pronunciado si se tiene en cuenta que los pobres son los más expuestos a los aumentos de precios en alimentos y bebidas, ya que destinan la mayor parte de su ingreso familiar a la compra de productos de la canasta básica. La consecuencia directa de este doble estándar -congelamiento en los grandes supermercados y precios prácticamente liberados en almacenes y negocios de barrio- es que, a contramano de los discursos oficiales, la política oficial para combatir la inflación está en las antípodas de proteger a los que más lo necesitan.A nivel nacional, la participación de...

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