País del prontuario y la sospecha

Es cierto que la sospecha en el mundo de la política y en otros círculos de poder es un problema universal. Es una manera de vivir en sociedad que la Biblia y los primeros textos escritos han mostrado a fondo. No hay país que no escape a la intriga, la pugna y el complot. Al presidente Barack Obama los republicanos lo han acorralado con denuncias que no fueron ciertas, pero que terminaron bloqueando leyes y propuestas de cambio en la Casa Blanca .En Italia, importantes sectores y figuras públicas sólo buscan que nadie gobierne, que el país sea un poco tierra de nadie. La sospecha corresponde a los gobiernos en los que está muy acentuada la paranoia entre los que tienen autoridad. La sospecha y no la comprobación real le dio motivos suficientes a Stalin para practicar todas sus sangrientas purgas dentro del partido gobernante, fuera de él y en las fuerzas armadas. De igual manera procedieron los jerarcas de las naciones comunistas. Desde la ficción o el ensayo, autores como Milan Kundera, Vasili Grossman, Tzvetan Todorov, Isaiah Berlin, Orlando Figes, entre tantos otros, ofrecieron montañas de ejemplos de estas persecuciones basadas en suposiciones que concluyeron en injustos hostigamientos y en asesinatos masivos. La simple sospecha, el rumor precario, llevó a la muerte a millones. Hitler no confiaba en nadie, sólo en el terror. No le interesaba indagar sobre la realidad. Bastaba la sospecha para el exterminio.Aunque con características distintas esa patología, la de la sospecha, está muy acentuada en la Argentina y, en especial, en los últimos años. Es toda una estrategia política, una manera de entronizarse a costa de desprestigiar al prójimo. Al condimento de argumentar que el "que está en la vereda de enfrente" es malo, ruin, inútil, peligroso y perverso, se le ha agregado "el prontuario". Es decir, la tergiversación del pasado.El ex cardenal Jorge Bergoglio, hoy papa, ha sido víctima de ello, antes y tras ser ungido. También lo son los políticos de la oposición y los periodistas que transitan por la crítica de la gestión oficial. El uso del "prontuario" lo ejerció en reiteradas oportunidades, desde el atril de la Casa de Gobierno, el fallecido Néstor Kirchner, quien aportó un método de hacer partidismo y procurar...

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