Más de 300 estudiantes en la cátedra de Cultura Solidaria

"Los argentinos nunca fuimos indiferentes al dolor, pero sí muy emocionales. El desafío es convertir la emoción que sentimos ante quienes pasan frío, hambre o enfrentan situaciones difíciles en una cultura solidaria permanente. Para eso es necesario un proceso educativo." Así resume Juan Carr, referente de la Red Solidaria, el pensamiento que dio nacimiento a la cátedra de Cultura Solidaria de dicho movimiento. Dejar de mirarse el ombligo, alzar los ojos hacia las problemáticas comunitarias y asumir en equipo el compromiso de transformar la realidad: ésa es la propuesta.

El lunes pasado, en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), tuvo lugar la más reciente edición de esta iniciativa que tiene diez años. Esta vez, el público fueron más de 300 adolescentes que cursan los últimos años del secundario en unas 50 escuelas de la ciudad y provincia de Buenos Aires.

Por cada institución participaron entre seis y ocho estudiantes, con la misión de convertirse en "multiplicadores" de lo que vivieron durante el encuentro.

Los expositores fueron Fernando López (de la UMET), quien habló sobre la cultura digital y el uso de las nuevas tecnologías; Manuel Marengo (¿Dónde Reciclo?), con su charla sobre ecología y medio ambiente; Gonzalo Rinaldi (1 Minuto de Vos), quien disertó sobre voluntariado; Dalina Degirmenci (Sumando), que aportó su mirada sobre discapacidad e integración; Camila Alanis (Caminos Solidarios), sobre personas en situación de calle, y Elena Santa Cruz, titiritera que acerca su arte a espacios de extrema vulnerabilidad.

Efecto contagio

"Estos encuentros buscan llevar testimonios y experiencias de referentes comunitarios a personas ávidas de marcar la diferencia entre el hacer y el no hacer", dice Marcelo López Birra, director de la cátedra Unesco Educación por la Paz y la Comprensión Internacional, una iniciativa que acompaña a la Red Solidaria en actividades como la del lunes...