Más de 2500 personas se manifestaron contra el aborto frente al Congreso

"El que tiene fe reza. Y hoy rezamos todos por los bebes que no llegan a este mundo. Cuando decimos sí a la vida, decimos sí a ese niño que tiene vida desde el instante de la concepción. Llamemos a las cosas por su nombre. ¿Interrupción del embarazo? No. Eso se llama aborto. Asesinato. Porque la única manera de interrumpir un embarazo es matando al niño que está en el vientre de la mujer." Las palabras de Alejandro Geyer, representante de la Fundación Gospa y coordinador de la Marcha por la Vida, resonaron desde el escenario que se montó en la plaza del Congreso ante unas 2500 personas que ayer se manifestaron "a favor de la vida" y en contra del aborto.

"Legal o ilegal, el aborto mata igual", repitió Geyer, en referencia a los carteles que se levantaron durante la marcha, como emblemas de un mismo reclamo. La manifestación coincidió con la celebración del Día de los Derechos del Niño.

"Trabajé para una fundación en Santiago del Estero ayudando a muchas mujeres que habían pensado en abortar -contó Teresa Bustillo, una ama de casa que caminó ayer desde la Plaza de Mayo hasta el Congreso con sus hijos-. Cuando uno escucha algunas de esas historias, comprende lo que pueden estar sintiendo esas mujeres. Para mí no son asesinas, pero el aborto nunca es la solución", opinó Bustillo, que considera que "no se trata de una cuestión de religión".

Ella y su familia son católicas, al igual que la mayoría de los que ayer participaron de la marcha. Había muchos estudiantes con uniforme, oficinistas, seminaristas, grupos de boy scouts y familias completas con hijos pequeños y bebes.

María Rosa Oreglia es socióloga "y cristiana", como se describe. Ayer marchó, según dijo, para celebrar la vida y pedir que no se trate ninguna ley sobre el aborto. "El Código Penal contempla casos especiales. Pero repudiamos el aborto como deporte."

También marchó la familia compuesta por Esteban Ruiz, Valeria Castriota y sus seis hijos. "El primer derecho que tenemos es a la vida, y para poder hacerlo valer primero...