A un año del 13-S las cacerolas le dejan el lugar a la política

Hace un año, irrumpía el ruido de las cacerolas en el escenario político. El movimiento de protesta surgió como un http://www.lanacion.com.ar/1574266-diferencias-y-similitudes-entre-el-18a-el-8n-y-el-18s, cuando la Presidenta, reelegida en 2011, vivía aún en las mieles del 54%, con las consignas del "vamos por todo" y la "sintonía fina".En los meses anteriores, http://www.lanacion.com.ar/1520950-del-teclado-a-la-calle-el-poder-politico-de-la-red, pero ninguna de ellas fue tan masiva como la del 13-S. "La Presidenta nos dio una ayuda cuando dijo que había que tenerle miedo a ella", contó a LA NACION Mariana Torres, administradora de la página El Anti-K, uno de los espacios que impulsaron la protesta en las redes.http://www.lanacion.com.ar/1524597-el-cacerolazo-no-es-un-invento-argentino(marcado por los escándalos de corrupción y la protesta contra la reforma judicial) y la más modesta movilización del 8 de agosto último. Al cabo de ese año, los "caceroleros" se orientan a la búsqueda de nuevos canales para la acción política.La fatiga de la protesta quedó en claro en la última movilización. Algunos administradores habían sostenido en aquel momento que debía suspenderse el acto por la tragedia de Rosario y la falta de "ambiente". En los últimos días, todos acordaron en que no debía llamarse a una nueva movilización para conmemorar el 13-S.El tiempo electoral, la derrota del Gobierno en los principales distritos y la búsqueda de alternativas de participación de los propios impulsores reflejan una sensación de fin de ciclo para las cacerolas. Pero tanto los administradores de las páginas como los políticos que caminaron las marchas reconocen que la movilización marcó las propuestas políticas de la oposición en estas elecciones. "La gente reclamara unidad con relación a ciertos principios y valores comunes", indicó el diputado Ricardo Gil Lavedra, que integró el espacio UNEN en las primarias. En su opinión, la protesta "tiene que tener ahora algún tipo de expresión política, para traducirse a través de la representación"."Las marchas se pueden cortar por un tiempo, quedar en pausa a la espera de ver qué hace la clase política, pero una vez que el pueblo aprendió que tiene el poder, no se vuelve atrás, mañana podemos volver a salir a protestar contra otro gobierno", avisó Luciano Bugallo, colaborador de la página El Cipayo.El caso de Bugallo y Torres muestra el modo en que muchos de ellos decidieron encontrar nuevas formas de canalizar su participación. El...

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