Desde el 1° de enero el piso del Impuesto a las Ganancias sube a $404.062

Con la llegada de 2023 y según lo establecido por ley, deberán actualizarse los montos que definen quiénes y cuánto pagan de impuesto a las ganancias

A partir de los ingresos de enero próximo, el salario mensual más bajo gravado por el impuesto a las ganancias será de alrededor de $404.062, en bruto, cifra que equivale a un sueldo neto de aportes a la seguridad social de $335.372.

Además, deberán actualizarse (porque así lo dispone una ley) las variables que definen cuánto se tributa, en el caso de las personas cuyos ingresos sí quedan alcanzados: se trata, concretamente, de los montos no imponibles, que se descuentan del ingreso antes de hacerse el cálculo del tributo (la llamada ganancia no imponible y las deducciones especiales) y los valores de la tabla que, en función del rango de ingresos en que alguien se encuentre, definen qué alícuota se aplica. Además, aumentarán los topes deducibles de algunos de los gastos que pueden ser declarados para aliviar la carga fiscal.

Los reajustes de los montos no son una decisión del Gobierno, sino que surgen de aplicar el mecanismo de actualización automática previsto por una ley de fines de 2016. Por la vigencia de esa norma, desde 2018 se reajustan en el inicio de cada año las variables del tributo que pesa sobre los ingresos, tanto de los asalariados como de los autónomos. Y se utiliza, como parámetro, la variación interanual registrada a octubre por la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte).

Entre octubre de 2021 y ese mismo mes de este año, ese indicador de los salarios formales avanzó un 78,8385%, según el dato publicado por la Secretaría de Seguridad Social. Entonces, ese es el porcentaje que debe utilizarse para actualizar las variables. Los montos de referencia para aplicar ese índice son los que estaban vigentes en enero de 2022. En ese mes, el salario más bajo alcanzado por el impuesto era de $225.937 (en bruto).

Como el índice de actualización (78,8385%) se ubica por debajo de la inflación, que entre los meses de octubre fue de 88% y que a diciembre podría llegar al 100% interanual -según proyecciones de economistas-, se produce una mayor presión impositiva para los trabajadores. Es decir, sobre salarios de igual o incluso de menor poder adquisitivo que antes, se eleva el porcentaje efectivo del descuento por la carga fiscal.

Por otra parte, la actualización de las variables produce un efecto inicial de alivio que, luego y rápidamente, al persistir un...

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