Introducción

• Autor: Patricia Cóppola
• Cargo del Autor: Profesora de Filosofía del Derecho e Introducción al Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba
• Páginas: 29-46

I. INTRODUCCIÓN

A. OBJETIVO DE LA EVALUACIÓN. METODOLOGÍA

Toda evaluación supone un proceso complejo, y su ade-

cuado desarrollo requiere no sólo diferentes perspectivas de

análisis, sino diversas iniciativas y voces que participen en

una discusión abierta entre quienes estamos interesados

profesionalmente en el desarrollo de los sistemas judiciales

y el conjunto de la comunidad. Este trabajo pretende ser una

contribución a esta discusión a partir de haber generado in-

formación cuantitativa y cualitativa acerca de algunos aspec-

tos relevantes de la reforma procesal cordobesa, y al mismo

tiempo proponer un cierto modelo de análisis de esa infor-

mación.

Los sistemas judiciales son sistemas complejos en varios

sentidos: por la variedad de sus componentes —normativos,

culturales, institucionales, recursos materiales y humanos,

etc.— y lo son también por confluir en ellos varias institucio-

nes, muchas de ellas dotadas de altos márgenes de poder y

autonomía. Pero además, son complejos por la variedad de

objetivos que se les atribuyen: los procesos de reforma judi-

cial, que en las últimas dos décadas se llevan adelante en la

mayor parte de los países latinoamericanos, se han plantea-

do desde diversos sectores políticos y sociales el propósito

de lograr afianzar o reforzar algunos de estos múltiples obje-

tivos: conseguir que los sistemas judiciales sean accesibles

para recibir las denuncias y demandas de todas las personas

especialmente de los más débiles, que sean rápidos en resol-

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ver las cuestiones planteadas, predecibles en sus decisiones,

eficaces en el control del crimen, respetuosos de las garan-

tías judiciales, eficientes en su gestión administrativa, que

controlen la corrupción, que sean transparentes, que repri-

man a quienes vulneran los derechos humanos y contribu-

yan a la legitimación del sistema democrático, entre los

principales.

Esta multiplicidad de propósitos de los procesos de re-

forma, constituye una dificultad en cuanto a la posibilidad

de evaluar sus resultados, puesto que tal amplitud permite

también una casi ilimitada posibilidad de justificar el éxito o

fracaso de un determinado proceso, al menos en términos

relativos. Se trata, por otra parte, de propósitos que se ubi-

can en muy diversos niveles en cuanto a su relación con el

sistema judicial —algunos de ellos pertenecen al ámbito de

su funcionamiento interno, otros se refieren a efectos indi-

rectos del trabajo del sistema judicial—, requiriendo para su

logro factores ajenos al mismo, que no son posibles de con-

trolar por el proceso de reforma.

El intento de evaluación supone simplificar la cuestión

de los parámetros a la luz de los cuales ha de ser evaluado el

proceso de reforma procesal penal cordobesa. Así, se selec-

cionaron los principales objetivos que justificaron la reforma

y se construyeron los instrumentos de evaluación en rela-

ción con esos parámetros. Ésta no es más que una opción

posible, y se hace explícito su alcance. Siempre existe el riesgo

de alejarnos de uno de los elementos mas característicos de

toda reforma, que es su capacidad de convocar en torno al

proyecto de cambio un abanico muy grande de intereses y

expectativas.

Las reformas procesales penales se han caracterizado en

general por postular, sobre todo, una modificación sustan-

cial del modo en que los operadores del sistema hacen su

trabajo, un cambio del paradigma de funcionamiento del con-

junto del sistema judicial, y han atribuido a este cambio la

posibilidad de impactar positivamente, constituyendo bási-

camente lo que aquí denominamos los objetivos de la reforma

o las expectativas en torno a la misma.

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