Mantantiru-liru-la

AutorJuan José Mosca
Páginas57-58
57 MANTANTIRU-LIRU-LA
En un sofocante día de verano,
alrededor de las 13 horas, se hace
presente en mi domicilio, una mujer
de humilde condición, acompañada
de un niño de no más de tres años.
Con mi esposa la atendimos, parti-
cularmente al niño, y entonces, en-
tre lágrimas, me dijo que su esposo
había sido detenido en Cañuelas y
que en la comisaría se lo castigaba.
Estaba imputado de hurto. Y aquí
viene lo casi jocoso del caso:
Vestido como estaba, pantalón,
remera y zapatillas, me fui a la Uni-
dad Regional, entonces ubicada en
la calle 12, ingresé al lugar donde
había un agente en la mesa de
entradas y a lo lejos, dos o tres
ambientes más allá, otro agente
pasando el lampazo.
Me presenté diciendo:
-Soy el juez de turno.
El agente me miró de arriba
abajo y evidentemente no creyó,

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR