Sin transparencia electoral no hay democracia

La reciente sentencia de la Cámara en lo Contencioso Administrativo de Tucumán que anuló las escandalosas elecciones realizadas el 23 de agosto pasado en esa provincia constituyó una bocanada de aire fresco para los tucumanos y para todo el país.

Tras los violentos hechos registrados en la provincia que gobierna José Alperovich al cabo de un acto electoral plagado de irregularidades tales como quema de urnas, actitudes patoteriles, compra de votos, falsificación de planillas electorales en la sede del propio Correo Argentino y hasta una misteriosa falla eléctrica que provocó la eliminación de los videos de seguridad filmados en el depósito donde se guardaban las urnas con los votos, nadie puede animarse a afirmar que los comicios tucumanos fueron normales.

Sólo pueden esgrimir semejante cosa quienes pretenden que la sociedad argentina contemple con naturalidad cualquier intento de fraude, con el fin de garantizarse para sí mismos un poder absoluto distante del sistema republicano y representativo que garantiza la Constitución nacional.

Quienes sostienen que las elecciones se desenvolvieron con normalidad son los mismos que insólitamente consideran que si existió alguna desprolijidad ésta obedeció a la responsabilidad de la oposición, por no haber fiscalizado adecuadamente los comicios. Un disparate atronador, que parece sugerir que ya no es el Estado el encargado de garantizar la transparencia de un acto electoral y que pretende trasladar a otros una obligación indelegable de las autoridades públicas.

Los camaristas que firmaron el fallo hicieron lugar al pedido formulado por sectores de la oposición, encabezados por el candidato a gobernador por el radicalismo, José Cano. En tal sentido, destacaron que no hubo "una elección libre y auténtica de carácter democrático" y que "el cúmulo de irregularidades y anomalías graves acaecidas durante la jornada del 23 de agosto y los días posteriores, ante su entidad y trascendencia, no puede ser desatendido".

La sentencia judicial, que será apelada por el oficialismo provincial ante el tribunal superior de Tucumán y terminaría en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, fue conocida un día después de que la junta electoral provincial concluyera el escrutinio definitivo, que arrojó una victoria del postulante a gobernador del kirchnerismo, Juan Manzur, sobre Cano por algo más de 11 puntos, tres puntos menos que la diferencia surgida del recuento provisional de votos.

Este fallo, que ordena la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR