Un tour de force minucioso e inspirado

Inicio de la temporada de Colón Contemporáneo / Pierre-Laurent Aimard (piano) / Programa: Musica ricercata, Estudios para piano, de György Ligeti / En la Sala Principal del Teatro Colón / Nuestra opinión: excelente

De todos los programas posibles (y son muchos) que Pierre-Laurent Aimard podía traer al Teatro Colón, el que se eligió no pudo ser más acertado. Por un lado, porque el arco que va de la temprana Musica ricercata a los tres libros de Estudios marca el despliegue de la poética de György Ligeti en la escritura para piano; por el otro, porque ese repertorio es una verdadera especialidad de Aimard, su pièce de résistence, aquel donde más cabalmente se advierte quizá lo que es capaz de hacer con el piano.

Aunque las miniaturas de Musica ricercata se remontan a principios de la década de 1950 y el primer libro de Estudios está fechado en 1985, no debería pensarse este programa de manera tabicada. Musica ricercata se escuchó en realidad como una introducción a los estudios; una introducción que tiene ya numerosas insinuaciones del estilo ulterior y una misma preocupación rítmica. Aimard no sólo puso al desnudo estas afinidades (que podrían transcurrir, según la definición del propio Ligeti, "entre la gravedad y la caricatura"), una especie de tendido continuo, sino que logró que cada pieza tuviera un brillo propio.

El recorte -en la número VII y también en el estudio "Fanfares" del libro I- de la línea principal sobre el rumor del ostinato sería un ejemplo, el más evidente, entre muchos. Es como en esas pinturas renacentistas en las que miramos la figura contra un fondo que pasa inadvertido, pero que en realidad lo es todo. Aimard es un maestro incomparable de la distinción de las voces, la claridad de las texturas y la minuciosa estratificación de las dinámicas.

En los tres libros de Estudios, Ligeti realiza un verdadero tour de force de asimetrías que jamás amenazan el pulso regular que alienta en el segundo plano...