Teletrabajo en Cuba.

AutorDamisela Arévalo Rodríguez
CargoJueza Tribunal Municipal Popular Bayamo. Provincia Granma. Republica de Cuba
1. - Introducción

La historia demuestra que los distintos cambios en las estructuras socioeconómicas han causado diversas maneras de producir, distintas estructuras institucionales, múltiples modelos de relaciones laborales, diferentes regulaciones jurídicas, etc. En nuestros días, estamos asistiendo a uno de esos procesos transformadores de las estructuras productivas y de las relaciones sociolaborales. Nos estamos refiriendo al paso de la sociedad post-industrial a la sociedad del conocimiento.

Esta sociedad de la información y del conocimiento viene caracterizada por la utilización extensiva de las tecnologías de la infocomunicación (TICs) que hacen posible un almacenamiento y una gestión de datos, de conocimiento. Estamos asistiendo a un nuevo paradigma tecnológico que marca el destino del desarrollo económico de la humanidad especialmente en lo relacionado con el empleo, educación y capacitación de los recursos humanos.

Junto a todos estos cambios, un nuevo desafío en la evolución de las relaciones laborales lo constituye la protección constitucional de los derechos de los trabajadores y más especialmente aquellos que pueden verse afectados por el uso de las nuevas tecnologías en el control de la prestación laboral de los trabajadores. Pensemos en la instalación de aparatos de escucha y filmación, el control informático continuo del trabajador, la vigilancia de la salud del trabajador a través de los nuevos sistemas de la investigación genética y de la psicología industrial, la lesión de la libertad sindical por medios informáticos, el tratamiento automatizado de los datos personales del trabajador.

Sin embargo, no resulta apropiado demonizar el uso apropiado, sensato y razonable de las nuevas tecnologías en los distintos procesos productivos, en los que aparentemente aparecen enfrentados el interés legítimo del empresario de potenciar al máximo la eficacia y eficiencia de su actividad empresarial con el igualmente interés legítimo del trabajador en preservar al máximo el ejercicio de sus derechos fundamentales entre los cuales el derecho a la intimidad resulta especialmente vulnerable al uso arbitrario de las nuevas tecnologías. Se trata, por tanto, de encontrar el marco legal preciso que permita un uso legítimo, razonable y proporcionado de estas tecnologías que han de estar al servicio del hombre y no al revés, y, por ello, al servicio de los derechos inviolables de la persona.

1.1. - Análisis doctrinal Generalidades y definición

Después de haber incursionado en varios diccionarios de la Lengua Española, así como Enciclopedias, no hemos encontrado la definición de teletrabajo, considerando que esto es debido a que esta institución del derecho tuvo su origen hace solo unas décadas cuando en los años 70 del pasado siglo, en los EEUU, y en plena crisis del petróleo, el físico Jack Nilles comenzó a pensar formas de optimización de recursos no renovables. Su primera idea fue "llevar el trabajo al trabajador y no el trabajador al trabajo", tras lo cual creó el concepto de "telecommuting". Sin embargo, a esa altura el desarrollo tecnológico no estaba lo suficientemente desarrollado para que el teletrabajo sea una realidad.

Pero el salto tecnológico de las décadas siguientes, la baja notable de los costos informáticos, la velocidad de las redes de comunicación, es decir, su mayor capacidad de uso y la difusión comercial de la red Internet pusieron a disposición de millones de personas los recursos necesarios para el teletrabajo.

Por ello, actualmente, a consideración de muchos que se encuentran inmersos en este mundo, el teletrabajo no sólo se aplica con el objetivo con el cual nació, ahorro de energía, sino que brinda enormes oportunidades a las organizaciones de todos los sectores, para mejorar y adaptarse a las nuevas condiciones.

La empresas han ido evolucionando hacia una terciarización y globalización de la economía, los nuevos modos de realización del trabajo son perfectamente apropiados a las nuevas necesidades de las organizaciones y permiten que la empresa esté atenta a su mercado, próxima a sus clientes y sea más reactiva.

Actualmente estamos viviendo un periodo histórico de cambio tecnológico, consecuencia del desarrollo, y de la aplicación creciente de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC). Este proceso es diferente y más rápido que cualquiera que hayamos presenciado hasta ahora. Alberga un inmenso potencial para la creación de riqueza, elevar el nivel de vida y mejorar los servicios, pero tan solo para aquellos que logren crear las condiciones necesarias para poder aventurarse en este mundo.

Las tecnologías de la información y la comunicación están transformando profundamente numerosos aspectos de la vida económica y social, como los métodos y relaciones de trabajo, la organización de las empresas, los objetivos de la educación y la formación, y el modo en que las personas se comunican entre sí. Asimismo, están produciendo importantes incrementos en la productividad industrial y en la calidad y rendimiento de los servicios.

La sociedad de la información no es la sociedad de un futuro lejano, sino una realidad de la vida diaria, donde la gestión, la calidad y la velocidad de la información se convierten en factor clave de la competitividad.

Añade, también, una nueva dimensión a la sociedad tal como la conocemos ahora, una dimensión de importancia creciente. Nuestras economías están pasando de la producción manual estandarizada a productos y servicios más diversificados, basados en el conocimiento. Por esta razón, las TIC ofrecen inmensas posibilidades para aumentar la productividad y los salarios reales y, con ello, para un crecimiento económico fuerte y nuevos empleos, esto es del lado de los beneficiados.

La importancia de la sociedad de la información como fuerza positiva de cambio integra los siguientes elementos:

·Infraestructuras. Imprescindibles para fomentar nuevos tipos de organización descentralizada del trabajo, como el teletrabajo.

·Redes. En la medida en que las redes de telecomunicaciones hacen posible el intercambio, el acceso y la utilización de la información para los usuarios conectados a ellas, estas, son un medio indispensable para aumentar la productividad, la eficiencia y la calidad de los distintos servicios.

·Servicios. Los servicios, es decir, las aplicaciones que se pongan a disposición de los usuarios a través de la red son el elemento esencial que influirá sobre la utilización de las TIC. El acceso a estos servicios (correo electrónico, acceso electrónico a la información, etc.) repercutirá en el desarrollo de servicios terciarios avanzados, como los servicios de teletrabajo, telecompra, teleconferencia, telemedicina, teleadministración, y otros como la teleformación.

·Contenidos.Los contenidos son la información de base sobre la elaboración de los servicios. El desarrollo de los contenidos supondrá un impacto en muchos sectores como sectores localmente fuertes como el sector editorial, el sector cultural, el sector educativo-universitario, el sector del ocio, pero fundamentalmente en el sector audiovisual.

·Sociedad. El impacto de las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información se hará visible en múltiples ámbitos:

- Las PYMES: La implantación de las TIC en las PYMES puede suponer un aumento de la productividad y la competitividad de las mismas.

- El empleo: La principal repercusión de las TIC en referencia al empleo es la reestructuración radical de los puestos de trabajo y el mundo laboral. Los efectos positivos de la sociedad de la información sobre el empleo no se limitarán a sectores con ella relacionados y a las TIC, sino que también dará lugar a la creación de empleos y a un mayor nivel de bienestar en el resto de la economía.

Por otro lado, el mercado laboral se inclina por el trabajo en casa: con la computadora personal conectada al sistema de la oficina, es posible cumplir con gran parte de las obligaciones desde la propia casa. La introducción del teletrabajo, telenetworking o telework, en Europa, telecommuting en los EEUU, implica una serie de cambios en el entorno laboral. El término tele-trabajo a menudo se interpreta simplemente como "trabajo en casa". Sin embargo, hay más formas de aplicación del teletrabajo. En cualquier caso, el elemento común al concepto del teletrabajo no es la casa, sino el uso de ordenadores y telecomunicaciones para cambiar la modalidad y el ámbito laboral.

El teletrabajo aparece a fines de este siglo como una nueva forma flexible de organización del trabajo aplicado a multitud de actividades laborales, lo cual implica que el trabajador (teletrabajador o ciberworker) preste sus servicios fuera del entorno empresarial tradicional del empleador. El teletrabajador tiene menor número de horas de presencia física dentro de la empresa que fuera. Esto no...

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