Sectas milenaristas

AutorCarlos Alberto Jesús Goitía

En una cuestión tan amplia a desarrollar, que la primera de las dificultades con que tropezamos, consiste en lograr un acuerdo acerca de la denominación más adecuada que debiera aplicarse a estos grupos y el contenido que ha de darse un vocablo elegido.

El término secta, se suele afirmar que proviene del latín. Su raíz podría encontrarse tanto en “sequor” (marchar detrás, seguir a un maestro particular), como en “sector” (cortar, separar, sectorizar a partir de un tronco principal). También el término secta se ha empleado habitualmente en nuestra lengua para traducir el griego “háiresis” usado en el Nuevo Testamento (Gal. 5, 20 ; Tt. 3 ; 10 ; 2P. 2, 1) y con el que los apóstoles se refieren a las escisiones y grupos heréticos surgidos en la primitiva comunidad cristiana como consecuencia de doctrinas erroneas que se desarrollaban fuera de la Iglesia.

Por conjunción de características en diversos niveles (psicológico, sociológico y metodológico), una de las definiciones fenomenológicas descriptiva más utilizada es la dada por la Jonhson Foundations Winspread Conference Center (Congreso de Wisconsin), reunida en 1985 en Racine, Estados Unidos, la cual considera que “una secta es un movimiento totalitario, caracterizado por” 1) Perspectiva psicológica : “la adscripción de personas totalmente dependientes de las ideas de un líder y de las doctrinas del grupo,” 2) Perspectiva sociológica : “que puede presentarse bajo la forma de entidad religiosa, asociación cultural, centro científico o grupo terapéutico ;” 3) Perspectiva metodológica : “que utiliza las técnicas de control mental y persuasión coercitiva para que todos los miembros dependan de la dinámica del grupo y pierdan su estructura de pensamiento individual (identidad) en favor de la idea colectiva y del grupo, abandonando su entorno familiar y social, creándose muchas veces un fenómeno de epidemia psíquica y un fenómeno de pensamiento colectivo, sin que tenga que ver la personalidad propia del individuo”.

Surge espontaneamente de la lectura de esta definición, actitudes, metodologías, recursos en general, que muy posiblemente asociemos no solo a las que habitualmente denominamos sectas, sino que se hallan también en grupos dentro de nuestra Iglesia e inclusive fuera del ámbito religioso en agrupaciones de corte político, social, deportivo, etc. Es por eso necesario ser cuidadosos para no perder una perspectiva global y tener en cuenta que un grupo con actitudes sectarias no es estrictamente lo mismo que una secta.

Para ser más precisos, una secta, en nuestro caso, es una agrupación caracterizada por tener fines religiosos (aunque no siempre se expliciten como tales), donde han llegado a convertirse en habituales y características, actitudes o abusos que son excepcionales en otros grupo ; actitudes o abusos que según algunos especialistas deberían encontrarse en su totalidad dentro del mismo grupo para que pueda ser calificado como una secta, y que pueden agruparse en los siguientes items :

  1. - Estructura organizativa piramidal.

  2. - Sumisión incondicional a la dirigencia.

  3. - Anulación de la crítica interna.

  4. - Instrumentalización de los adeptos en orden a obtener los fines de la secta.

  5. - Ausencia de control de una autoridad superior sobre la secta.

    A juicio de algunos investigadores en dicho tema, cuando encontramos todos estos elementos reunidos en un mismo grupo humano particular, no cabría la menor duda de que no hallamos frente a una secta.

    Ahora bien, tras esta breve introducción al tema de las sectas, me volcare a desarrollar el tema del milenarismo, asunto que es mencionado reiteradamente en los medios de comunicación social, a medida vamos entrando en el tercer milenio de la historia. Es así que la gente se pregunta; ¿No habremos llegado ya al final de los tiempos? ¿No estaremos ya en vísperas de la Manifestación del Señor en gloria y majestad? Asimismo, abundan los que recurren de nuevo a Nostradamus, para ver entre tantas oscuridades algún haz de luz. O los que rebuscan entre las listas de Papas a San Malaquías de Armagh (historia ficticia). También sobran los profetas de calamidades, los agoreros de todo signo, las sectas cristianas y no cristianas (adventistas, mormones, Testigos de Jehova, etc.), que anuncian a toda voz el fin del mundo, y aún dan fechas de la segunda venida de Cristo. Y finalmente la Nueva Era o Era de Acuario o Conspiración de Acuario como la llama Marilyn Ferguson figura clave de esta apocalíptica secularizada. Y en esta Nueva Era cargada de ambigüedades y aberraciones caben recordar los ecos suicidas y violentos del Templo del Pueblo de Jim Jones, los Davidianos, el Templo Solar y Verdad Suprema.

    El milenarismo es la expectativa de un reino milenario de Cristo en la tierra, el cual ha de preceder al juicio final.

    Una definición más completa seria: “Conjunto de creencias relativas a un reino terrestre venidero de Cristo y sus elegidos; este reino, y reinado, se piensa que ha de durar mil años; el acontecimiento de una primera resurrección (la de los elegidos ya muertos, los mártires cristianos) y una segunda, la de los malos en espera del juicio y condenación”.

    O sea que el milenarismo se refiere a una creencia escatológica (de los últimos tiempos o ultimidades), basada en la autoridad del libro de la Revelación, llamado Apokalypsis (Revelación. Literalmente, “desde lo-oculto”, del verbo griego “kalypto”, que significa cubrir, velar, ocultar ; y la preposición “apo”, intraducible en castellano exactamente ; como si dijéramos des-en-velar, desenvelación”)

    La base de los movimientos milenaristas hay que buscarla en la interpretación fundamentalista y literalista del libro del Apocalipsis en su capítulo XX, versículo 1 al 6, el cual dice textualmente: “Vi un ángel que bajaba del cielo, con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. 2 Apresó al dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y lo encadenó por mil años. 3 Lo arrojó al abismo, lo cerró y puso un sello en él, para que no seduzca más a las naciones hasta que pasen los mil años. Después debe ser soltado por poco tiempo. Vi también unos tronos; a los que se sentaron en ellos se...

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