Respuestas fáciles a quejas habituales

Facilitan la compra, otorgan importantes beneficios y descuentos, pero de vez en cuando también dan algún que otro dolor de cabeza. Las tarjetas de crédito están acostumbradas a recibir los reclamos de sus clientes. Sin embargo, muchos de ellos pueden evitarse con un poco de información.El descuento que no se hizo. Puede suceder que en el resumen el cliente advierta que la rebaja prometida por el banco en tal o cual shopping o en algún rubro específico, como indumentaria, peluquerías o restaurantes, no se hizo. "Esto -explica el responsable de tarjetas de un banco extranjero- a veces sucede porque los comercios no están correctamente identificados y un restaurante, por ejemplo, está inscripto como quiosco. Entonces los sistemas del banco no lo reconocen." Los bancos suelen, por ello, ir ajustando sus sistemas mensualmente. En estos casos, el descuento puede demorar unos días más de lo previsto o hacerse en forma cuando el cliente reclama vía la banca telefónica, por mail o de forma personal.La letra chica que no se lee. Es habitual también que los clientes que aprovechan el plástico para comprar con descuento se quejen de que los reintegros de las promociones no siempre son inmediatos. Pero los plazos de devolución de los beneficios forman parte de la letra chica de las promociones y muy pocos la leen. "Habitualmente, las promociones ingresan en el mismo resumen del mes, pero en algunos casos, si bien son los menos, pueden llegar a ver el beneficio al mes siguiente, o hasta dos meses después", explican desde Visa. "Es importante por eso leer antes la letra chica."Las promos vienen con tope. Al no mirar la letra chica, muchos consumidores tampoco reparan en que la gran mayoría de las promociones que se ofrecen con tarjeta de crédito tienen un tope de devolución, que puede ir desde $ 200, 500 o más, según el banco y el comercio. De ahí que otro reclamo habitual en bancos y emisoras de tarjetas de crédito sea el de clientes que se quejan de que la promo no es tal como la habían previsto. Pero tanto en sus páginas web como en la letra chica al pie de sus publicidades gráficas, las entidades bancarias y emisoras de tarjeta suelen detallar el alcance de sus beneficios. Es cuestión de ver si dice "sin...