Raúl Garello: el bandoneonista que siguió los pasos de Troilo

Para Raúl Garello la categoría de maestro coincidía con su forma de transitar el tango. Su trabajo no era directamente pedagógico, pero de alguna manera lo fue, estando al frente, como director, de la Orquesta de Tango de la Ciudad de Buenos Aires desde 1980. Allí formó a toda una cantera de músicos jóvenes. En esa agrupación, alternando la dirección durante muchos años con Carlos García, transmitió sobre todo una visión del tango como forma de vida.

Garello tenía la elegancia y el lirismo de Gobbi, el barrio de Troilo y la contemporaneidad de Piazzolla en sus composiciones: "Che Buenos Aires", "Margarita de agosto", "Buenos Aires conoce", "Llevo tu misterio", "Muñeca de marzo", "Pequeña Martina", "Bien al mango", "Vaciar la copa", "Aves del mismo plumaje", "Che Pichín" y "Pasajeros del tiempo". Estos tres maestros marcaron su forma de escribir y sentir el tango. Había otro maestro más que le había dictado su forma humilde de conducirse en la vida y en la música: Roberto Grela. "Tenía el sentido de la oportunidad para hablar. Así como en una conversación hay personas que no saben oír, él tenía diez ideas y si tenía una sola la usaba. Tenía el tino de callarse la boca. Eso es muy difícil", le dijo hace poco Raúl Garello a Gabriel Soria en Historias de Oro en la 2 x 4.

Como otros grandes maestros de su generación, Garello fue generoso con la nueva generación del tango. Desde su sexteto impulsó a nuevas voces como Noelia Moncada...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR