Problemática del agua, su protección jurídica y prevención de la contaminación.

AutorMaría Isabel Hofer
CargoAbogada - Especialista en Régimen Jurídico de los Recursos Naturales - Profesorado en Ciencias Jurídicas - Docente universitaria.
La importancia del agua y su estado natural

El agua es una sustancia de gran difusión en la naturaleza: las dos terceras partes de la superficie terrestre están cubiertas por las aguas (hidrosfera). La masa más considerable de agua natural está formada por el agua de mar, cuyo sabor salado se debe a la fuerte proporción de sales disueltas.

El agua de lluvia (agua meteórica), formada por la condensación en la atmósfera de agua proveniente de las agua terrestres y marinas, es el agente principal de disgregación de los materiales del suelo. Desde las zonas altas desciende a los niveles más bajos dirigiéndose finalmente al mar: son las aguas terrestres (aguas telúricas), de los ríos y de los pozos. Estas, en parte, penetran en el suelo, más o menos profundamente, para luego resurgir en la superficie, sea bajo la forma de fuentes de aguas frías, de origen superficial, o bien como fuentes termales (con temperatura superior a la normal) que son de origen profundo: son las aguas minerales que por la diversas calidad y cantidad de sales disueltas reciben varias aplicaciones como aguas de mesa o aguas curativas.

Este ciclo del agua en la naturaleza se debe a la acción de los rayos solares que son los que provocan su evaporación.

El agua entra en la composición del organismo humano en la proporción del 70%; su presencia es absolutamente indispensable para la vida del hombre, como asimismo de los animales y las plantas. Nuestras bebidas y alimentos contienen gran proporción de agua: la leche un 87%; ciertas frutas hasta el 95% y, en general, los tejidos vegetales poseen de 50 a 76% de agua; la carne de 70 a 80%, etc.

El agua representa el 70% de la superficie de la tierra, pero la mayor parte se encuentra en los océanos. De la totalidad de agua que tenemos en el planeta, el 97,5% es salada, sólo 2, 5% es agua dulce, pero parte de ella se encuentra inaccesible, en forma de casquetes de hielo y glaciares situados en zonas polares alejadas de las poblaciones. En suma, solo podemos contar con 1% de agua del planeta, aunque no totalmente porque en ocasiones se encuentra en el vapor de agua, en el subsuelo con difícil acceso o forma parte de los organismos vivos. Pese a tantas limitaciones, el agua que tenemos podría ser suficiente con un buen manejo y si estuviera distribuida de manera equilibrada. Pero sabemos que hay zonas en donde el agua es tan abundante que llega a producir catástrofes, mientras que en los lugares desérticos su escasez es dramática.

Al agua se la considera un recurso natural renovable, ocupa la mayor parte de la superficie del planeta y constituye el compuesto químico más abundante en los organismos vivos. Las actividades del hombre han provocado alteraciones, tales que, en ciertos sectores del planeta este recurso carece de la mencionada característica de renovable, por la alta saturación de sustancias químicas que posee en su composición, tornándolo inutilizable para consumo humano y para otros usos.

Referencia histórica

Desde los tiempos más remotos el hombre reconoció la importancia del agua; razón por la cual las primeras civilizaciones de importancia se asentaron cerca de grandes ríos. El Eufrates, el Tigris, el Nilo, el Indo, el Amarillo, son referentes en los cuales se inició el gran desarrollo de la especie humana sobre el planeta.

Egipto veneró a su Nilo; toda su existencia dependía del régimen de sus aguas, del aprovechamiento de sus crecidas.

El Código de Hammurabi, antiquísimo, ya que fue sancionado como ley de Babilonia, unos 1700 años antes de nuestra era, establecía importantes sanciones para aquel que contaminara las aguas.

Asimismo, los libros sagrados de la antigüedad también hacen referencia al tema del agua. En la Biblia, Jehová maldecía y bendecía a la humanidad por medio del agua, por ejemplo:“ Y yo, he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que haya en la tierra morirá. 1

El agua: un derecho humano

El derecho al agua que tiene todo ser humano está expresado en importantes documentos internacionales.

En la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, en su artículo 25 inc. 1º establece que “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdidas de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad” 2

Asimismo, la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada y abierta a la firma y ratificación por la Asamblea General en su resolución 44/25 del 20 de noviembre de 1989, entró en vigor el 2 de septiembre de 1990,dispone el su artículo 24, inciso 2º: “Los Estados parte asegurarán la plena aplicación de este derecho y, en particular, adoptarán las medidas para… c) combatir las enfermedades y la mal nutrición en el marco de la atención primaria de la salud mediante, entre otras cosas, a aplicación de la tecnología disponible y el suministro de alimentos nutritivos adecuados y agua potable salubre, teniendo en cuenta los peligros y riesgos de contaminación del medio ambiente.” 3

El Protocolo Adicional a la Convención Americana de Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, denominado “Protocolo de San Salvador”, aprobado por la ley nacional 24.658 sancionada el 19 de junio de 1996 y promulgada el 17 de julio de 1996 establece en su artículo 11 denominado “Derecho a un ambiente sano:

l. “Toda persona tiene derecho a vivir en un medio ambiente sano y a contar con los servicios públicos básicos.”

2.”Los Estados Partes promoverán la protección, preservación y mejoramiento del medio ambiente.”

Mediante la Observación General l5 delComité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas de 2002, el derecho al agua quedó incluído dentro del campo de los derechos humanos a la salud, al nivel de vida y a laalimentación, que reconoce el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

Por otra parte el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, en el Informe del Milenio manifestó: “Ninguna medida haría más por reducir las enfermedades y salvar vidas en los países en desarrollo que facilitar un acceso general al agua potable y a los servicios de saneamiento”.

Problemática del agua a nivel mundial

La falta3 de servicios sanitarios básicos, que afecta a 2.600 millones de personas – el 41% de la población mundial- causa cada día la muerte de 5.000 niños menores de cinco años por diarreas. En el Día Mundial del Agua en 2008, el Secretario General de las Naciones Unidas, Banki Moon, recordó que “cada veinte segundos muere un niño por no disponer de un buen acceso a letrinas”.

“Si tuviéramos buenas infraestructuras de agua y saneamiento, podríamos reducir de una sola vez esta cifra de dos millones de niños que mueren por diarreas” las segunda causa de mortalidad en el Tercer Mundo, estimó David Heymann, director general adjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Se calcula que cada año, globalmente, más de 200 millones de toneladas de excrementos humanos e incontables millones de toneladas de aguas fecales pasan al cauce de los ríos, lo que supone una fuente infinita de virus, bacterias y parásitos. En todo el mundo, sólo el 39% de quienes viven en zonas rurales dispone de servicios de saneamiento, frente al 80% en zonas urbanas.

Con motivo del Día Mundial del Agua, el 22 de marzo 2009 el Director General de la UNESCO Sr. Koichiro Matsuura expresó entre otros conceptos “: El agua incide en todos los aspectos de la vida humana, desde la salud y el saneamiento hasta los alimentos que comemos, y del entorno natural y los ecosistemas a la industria y la energía que impulsan nuestro desarrollo. Pero este recurso esencial está en peligro. El volumen del agua que se encuentra a nuestra disposición ha permanecido invariable durante miles de años, mientras que el número de usuarios y las modalidades de utilización han aumentado muy considerablemente. Algunos fenómenos de ámbito mundial –tales como el crecimiento demográfico, la urbanización, los cambios en el uso del suelo y el calentamiento de la tierra– están generando presiones encontradas sobre este...

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