La presencia de lo contemporáneo

Sin entrar en detalles sobre la problemática idea de lo contemporáneo -una discusión para nada desdeñable, pero impertinente en este caso-, hay que decir que el hecho mismo de que la programación de un teatro pueda examinarse a esa luz nos dice ya que lo contemporáneo persiste como una cuestión irresuelta. Nada es natural aquí. Las preguntas son siempre las mismas: ¿cuánta contemporaneidad soporta un teatro como el Colón? ¿En qué términos? En línea con años anteriores, la temporada 2015 del teatro ofrece algunas respuestas; algunas de ellas pueden ser sorpresivas, aunque no siempre por los mejores motivos.

Para empezar, la inclusión de una ópera de la segunda mitad del siglo XX o del siglo XXI parece, afortunadamente, una conquista ya permanente, ahora con Quartett, de Luca Francesconi, sobre una pieza de Heiner Müller basada a su vez en Las amistades peligrosas. El enclave de lo nuevo en la zona más tradicional del teatro debería traer consigo, como se dijo otra veces, una circulación menos artificial entre los repertorios. Lo contemporáneo no debe ser un cupo con el que se...

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