La Plata, devastada y con un creciente reclamo popular

LA PLATA.– http://www.lanacion.com.ar/1569390-tras-el-desastre-la-busqueda-de-desaparecidosvivió ayer otra jornada de miedo e indignación. Al menos un enfrentamiento entre piqueteros y policías, la creciente ola de rumores de saqueos –algunos confirmados– y la certeza de que el número de muertos seguía en alza conformaban un dramático cuadro.La ministra de Desarrollo Social de la Nación, http://www.lanacion.com.ar/1569477-alicia-kirchner-hay-agitadores-que-no-quieren-que-se-los-ayude; el gobernador Daniel Scioli y el intendente de La Plata, Pablo Bruera, http://www.lanacion.com.ar/1569355-reclamos-cara-a-cara-a-la-presidenta-en-tolosay del enojo de la gente, que se sintió abandonada por las autoridades. Los insultos y los gritos destemplados se escucharon cuando los tres arribaron a un centro de distribución de ayuda en la periferia de la ciudad.http://www.lanacion.com.ar/1569502-la-solidaridad-de-la-gente-el-gran-motor-para-superar-el-temporalque habían iniciado la reconstrucción de sus viviendas, apoyados en una espontánea e inconmensurable campaña solidaria, contrastaba con la realidad de los cientos de personas que, hasta anoche, buscaban desesperadamente noticias sobre sus familiares desaparecidos.Ayer, el número de muertos por la inundación creció: eran 51 (25 mujeres y 26 hombres), según informó el gobierno bonaerense. El ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, precisó que se registraron casi 6000 viviendas y no encontraron más víctimas. Ése es "el listado final", dijo. Y añadió: "Más de la mitad [de los muertos] han podido ser encontrados por sus familias para realizarles sus respectivas sepulturas". En ese listado figuraba Lucila Ahumada de Inama, de 82 años, integrante de la organización Abuelas de Plaza de Mayo.Ya era de noche cuando el gabinete completo de Daniel Scioli ofreció una conferencia de prensa en el Salón de las Banderas del Ministerio de Justicia y Seguridad, donde se había montado el comité de crisis, para dar esos y otros datos, que conformaron el último parte del día. El mandatario había hablado por la tarde. Era evidente, lo delataba su rictus apesadumbrado, que no quería dar más esas malas noticias; pero allí estaba, otra vez, proporcionando información que agregaba más dolor a la catástrofe. Ya entonces había informado, con voz débil, que eran 51 los muertos.Afuera, mientras tanto, los rumores de saqueos y piquetes circulaban cada vez con más fuerza en las calles de La Plata, y muchos comerciantes habían decidido...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR