Con un ojo en China, EE.UU. hace una fuerte apuesta por el Pacífico

WASHINGTON.- Tras seis años de complejas negociaciones, Estados Unidos cerró con éxito ayer las tratativas para conformar junto a Japón y otra decena de países del Pacífico la mayor zona de libre comercio del mundo, un mercado que representa el 40% de la economía global.

Largamente acariciado por el presidente Barack Obama, el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) se gestó con la idea de ser, también, un fuerte contrapeso al poderío comercial de China y una forma de contener el avance de sus productos dentro de la fronteras del bloque.

"Hemos alcanzado un acuerdo que reforzará el trabajo y el crecimiento sostenible, y promoverá el desarrollo inclusivo y la innovación en toda la región Asia-Pacífico", dijeron los firmantes en un comunicado conjunto. "Y, lo que es más importante, el acuerdo logra el objetivo de ser ambicioso, completo, equilibrado y de alto nivel para beneficiar a los ciudadanos de nuestros países."

Por supuesto, lo ocurrido ayer es la firma. Ahora falta que el acuerdo en sí sea avalado por los Parlamentos de la docena de países que lo conforman, algo que, en el caso de los Estados Unidos, previsiblemente enfrentará resistencia.

"Esto es algo beneficioso para nuestra economía y para generar puestos de trabajo", insistió ayer Obama, al celebrar el cierre del acuerdo, que, de obtener el necesario aval parlamentario, podría convertirse en su principal legado en materia comercial.

En lo regional, el acuerdo implica un enorme pulso al Mercosur cuyo funcionamiento interno no termina de despegar y posiciona en otro mercado a tres economías del área: Chile, Perú y México, que son firmantes directas del acuerdo.

No se desecha, sin embargo, que también Colombia pueda sumarse en un futuro cercano. Pero, por el momento, el acuerdo sólo se circunscribe, además de Estados Unidos, de Japón y de las tres economías regionales ya citadas, a Australia, Brunei, Canadá, Malasia. Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam.

De hecho, no pocos analistas locales señalaban ayer que la firma constituye uno de los principales puntos de acercamiento con Vietnam luego de la carga que sufrió la relación durante décadas de posguerra.

Pero no todos están felices y no pocos expresan dudas y reticencias frente a la creación de un bloque que podría complicar la vida de millones de personas.

"Esto es un desastre", bramó el aspirante demócrata radical Bernie Sanders, convencido de que el nuevo bloque representa otra victoria para "Wall Street...

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